viernes, 31 de diciembre de 2010

Nuevo Año, viejo año


Hoy termina el 2010. Gracias, 2010, has sido bueno conmigo. En verdad empezó complicado, empezó con muchos miedos y muchas inseguridades. Empezó con desiluciones, separaciones y pena. Luego todo cambió y siguió cambiando y ahora estoy agradecida por este año tan bueno.

Salí bien en mi primer año de universidad. Salí invicta y con notas promedio. Tenía tanto miedo de todo, miedo de cagarla y jalar todos mis cursos, pero todo salió bien. Por supuesto, tuve que lucharla, no vino fácil. En el primer ciclo me moría de miedo y calculaba mi promedio de Matemáticas cada vez que tomaba una práctica (que era cada semana). Me tuve que desvelar más de una noche haciendo las monografías de Sociales y Computación. Pasé por la frustración más grande con mi grupo de Sociales. En el segundo ciclo por alguna razón me sentía agotada permanentemente. Matemáticas no me resultó fácil, tampoco, pero mi mayor problema fue Química Orgánica. Me tuve que romper la cabeza estudiando para los dos últimos exámenes para poder pasar y al final lo hice bien. En realidad no ha sido fácil, no creo que ningún ciclo vaya a ser fácil, pero logré tener un primer año invicto y me alegro mucho por eso.

Conocí muchas personas que se han vuelto muy especiales para mí. Por supuesto, también me alejé de otras personas, pero eso no me entristece porque comprendo que así es como debe funcionar. Mis amigos de la universidad son increíbles, son lo mejor que he podido encontrar. Nos balanceamos, nos cuidamos, nos entretenemos entre todos. Ellos son un grupo de gente buenísima onda y en verdad he ganado tanto de ellos. Ahora tengo mejores amigos que me acompañan cada día y que nos complementamos y nos entendemos mejor que nadie. Además, conocí a todos los chicos de Un Techo Para mi País tanto en la construcción de Semana Santa como en la colecta, la construcción de diciembre y en general durante todo el año. Son gente de todo tipo, vienen de todos lados y es enriquecedor conocerlos a todos. Hay gente que siempre te va a levantar el ánimo como hay algunos a los que les tengo que levantar el ánimo siempre. Es genial conocer a tal variedad de gente y todos son tan divertidos y ocurrentes. Sin embargo, hay una persona entre ellos que resalta y que estoy más que feliz de haber conocido durante la colecta y ese es Dante. No hay palabras para expresar lo mucho que me alegró el año el haberlo conocido y que ahora sea mi enamorado lindo. Es el mejor del mundo, me acompaña en todo y me ayuda en todo y por el jamás me siento sola o abandonada, siempre estoy encantada de estar viva. Así que gracias 2010 por traer a todas estas personas maravillosas en mi vida, pero muy en especial a Dante Bengoa.

En realidad siento que este año ha sido un massive improvement en general con respecto a los otros años. Nunca me he sentido más segura ni más contenta con lo que he llegado a ser. No sé si es porque ha sido un desarrollo progresivo durante años o porque todas las cosas buenas que han ocurrido este año me han llevado a sentirme así, pero de todas formas tengo el sentimiento de que jamás me he sentido mejor. Puede ser porque he dejado de pelearme cara a cara contra el sistema sino que me he quedado en un "agree to disagree" o porque he encontrado a personas que me quieren y me aceptan tal cual soy, con mis rarezas y complicaciones. Puede ser porque he adquirido gustos más "modestos", más sencillos y que por lo tanto me dan tanta más tranquilidad. Puede ser porque desde el principio del año hasta ahora he encontrado una estabilidad que no había encontrado en ningún año anterior desde mis 11 años, y eso que no recuerdo muy bien los años anteriores a ese. Hay tantas cosas que han influido en que este año sea tan bueno para mí, tantas que puedo mencionar y tantas que estas ahí pero no las veo.

Hay gente que se despide de este año aliviada de que termine, pero ese no es mi caso. Yo me despido de él tranquila porque sé que he ganado mucho de él y que si sigo esforzándome lograré que el 2011 sea igual de bueno. Quiero agradecerle a todos los que pasaron por mi vida durante este año sin importar si nos hayamos llevado bien o mal porque es gracias a todos en conjunto que este año fue tan increíble. ¡Ojalá todos la pasen bien esta noche y que tengan un 2011 genial!

La imagen es sacada de aquí y es de este artista.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Navidad



Hoy es 25, es navidad. Probablemente para cuando termine de escribir ya será 26 y habrá sido navidad. Hoy ha sido navidad y ayer fue noche buena y no me resultó nada especial. No me gusta la navidad.

Es que la navidad es tan alejada de mí en ciertos aspectos y la repudio por otros. No la entiendo y parece que jamás la entenderé. Verán, en mi casa no celebramos navidad. No, no somos judíos ni musulmanes ni budistas. En realidad somos una católica no practicante, una agnóstica y un... hermano mío. Sí, somos tres personas. Recuerdo vagamente que alguna vez celebramos la navidad, aunque también pudo ser un sueño. Recuerdo que me llevaron a la casa de mi tío, que estábamos juntos mis primos, mi hermano y yo, y que mi papá me recogió de la casa de mi tío como a la 1 am. Eso debe haber sido hace mucho, mucho, mucho tiempo... O lo soñé, por supuesto.

La próxima navidad según los estándares normales, o lo que yo creo que los demás creen que es normal, pasó hace algunos años. Nunca había visto tanta gente en una casa tan pequeña. Me parece pertinente resaltar que, desde que tengo memoria para recordar navidades, he pasado todas las navidades en la casa de playa con mi mamá, mi hermano, mi tío, mi tía y, ocasionalmente, mi abuela. La última gran navidad tenía muchas más personas que eso. Además de los de siempre estaban mis primas, una con su esposo y sus dos hijos y la otra solo con su hijo. También estaba mi otro tío con su hijo y, ¿me parece recordar que también estaba mi tía Ana? Era demasiada gente en esa casa tan pequeña y como habían niños esa vez sí hubo árbol y regalos para ellos, aunque la comida fue poco convencional, como siempre. No sé si sus navidades son así usualmente, pero las mías no.

En mi casa no hay árbol de navidad, no hay regalos, no hay pavo con puré de manzana, no hay familia extendida, no hay panetón, no hay chocolate caliente ni adornos de Papá Noel ni ninguna de las cosas que conforman la navidad en otras casas. En mi casa la navidad es una fecha en la que nos juntamos cinco gatos a comer algo que no solemos comer normalmente. Los dos últimos años comimos chupe de camarones, el año pasado vino acompañado por tequeños de pulpa de cangrejo. Buenaso. También recuerdo que un año comimos lechón al horno hecho con una receta china o algo así. Recuerdo que alguna vez prepararon pavo, a pedido mío, pero todos decidieron que era demasiado aburrido y me echaron la culpa de una mala cena navideña. Normalmente cenamos entre las siete y las nueve de la noche, porque cenar más tarde es malo para la digestión. Después de cenar nos envolvemos en conversaciones triviales o se va cada uno por su lado a ver cómo pasa el resto de la velada. Por lo general recuerdo sentarme a leer o jugar solitario hasta que sea de madrugada para dormir.

En realidad, all in all, supongo que se podría decir que en mi casa no se celebra la navidad. Supongo que la navidad lleva una serie de pautas comunes en la mayoría de los hogares que la hacen la festividad que es. Debe ser por eso que no me gusta, porque nunca la he celebrado con propiedad y no saco de ella la dicha que sacan los demás. Debo admitir que es casi irritante el oír a todos hablando on and on sobre lo rica que es su cena de navidad, sobre lo genial que es ver a todos sus primos reunidos, sobre los regalos que ya saben que les compraron, sobre el chocolate caliente que mata de calor en verano y el panetón que no me gusta... ¿Por qué no puede ser una fecha no-familiar que pueda celebrar yo también libremente? Y lo peor es que si mi enamorado me invita a celebrar navidad con él mi mamá se escandaliza porque "¿cómo vas a celebrar navidad con una familia que no es la tuya?". Claro, that makes sense.

Otra cosa que me revienta de la navidad: lo comercial que es y su hipocresía. Es el más comercial de los feriados, nos la meten hasta por las orejas (qué feo sonó eso). No ha pasado ni Halloween y los árboles ya tienen lucesitas de navidad. ¡Y qué decir sobre los copos de nieve! ¿Acaso es necesario resaltarles que acá en Lima no tenemos nieve por lo que no tenemos copos de nieve ni tenemos hombres de nieve? Y si Papá Noel viniera vestido como se viste en todas las imágenes se moriría de calor y que es ridículo que tomemos chocolate caliente en verano. Nos venden una fiesta importada que copiamos directamente de países del "norte desarrollado" y que no tienen ningún sentido dentro de nuestro contexto. Y nosotros compramos e interiorizamos esta fiesta porque somos demasiado acomplejados como para adaptarla a nuestras costumbres que consideramos inferiores bajo la gran sombra de Estados Unidos, la gran potencia mundial, y los países europeos... ¡Dónde sí hay nieve! Uf, ya, tranquilidad. El punto es que, ¿acaso son verdaderamente necesarios todos esos adornos navideños y todas esas luces con formas de renos y Papá Noel? Si supuestamente es una fiesta para honrar el nacimiento de Cristo, ¿no estamos cayendo en excesos y dejando de lado la humildad tan importante para la religión católica? Hay que admitirlo, la única razón por la cual se celebra la navidad en estos días es para arreglar tu casa mejor que la del vecino, para comprar regalos y sentirte todo un pan de Dios y para seguir las pautas de la sociedad y la economía que dictan que es tiempo de navidad y es tiempo de gastar dinero. Tantas veces me han mirado con extrañeza por no celebrar la navidad porque en sus cerebros la idea de la navidad esta tan pegada que alguien que no celebra la navidad no debe ser normal cuando, según yo, lo lógico sería que si no crees en Cristo no tienes por qué celebrar su nacimiento. Bueno, back to basics, el punto es que la navidad es comercial. Y, ¿por qué me parece hipócrita? Aparte por todo lo de la religión, los excesos, la humildad, etc.; porque gente que no se interesa en lo más mínimo por tu bienestar durante todo el resto del año se siente obligada a saludarte y desearte una "feliz navidad" cuando en realidad no les interesa para nada si la pasas bien o mal. Es una cuestión de convención y todos lo hacen, pero preferiría que no lo hagan si no les interesa en realidad. Es como los walls de feliz cumpleaños en Facebook. Falsos.

Soy un verdadero Grinch, me irrita la idea de la navidad. No tengo problemas con los regalos, pero agradecería mucho si me los regalaran dispersos durante todo el año y no durante la navidad porque se sienten obligados a hacerlo. Tampoco es como si me dieran regalos pero... En todo caso, espero que mis lectores no me odien por ser tan amargada y tan party pooper. Comprendo que a mucha gente le agrada la navidad y no los cuestiono ni quiero moldear sus mentes para que empiecen a odiarla. Esta es solo mi humilde opinión y espero que la tomen como tal. De todas maneras me disculpo si llegué a herir suceptibilidades, aunque no entiendo muy bien por qué habría de herir cualquier cosa con esta entrada. Dejando todo de lado, igual espero que hayan pasado una feliz navidad y que tengan un próspero año nuevo. Sé que ese es un saludo por convención y una frase cliché pero quiero que sepan que lo digo en verdad, se lo merecen por haber leído este post completo.

La imagen fue sacada de aquí y es de este artista.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Ciclo



Estaba hablando con un amigo sobre la vida, sobre las relaciones, sobre los comienzos y los finales. A falta de mejor simil, comparé la vida al ciclo celular. Sí, soy de ciencias.

El ciclo celular tiene las fases G1, S y G2; que conforman la interfase. También tiene la profase, metafase, anafase y telofase, que conforman lo que es el proceso de mitosis. La mitosis es un proceso grande, importante para la reparación y para el crecimiento de los seres multicelulares. La interfase es el periodo de crecimiento de la célula y, además, la fase G1 es la fase de preparación para la fase S y la fase G2 termina de preparar a la célula para entrar en mitosis. En general se puede decir que durante la interfase la célula crece y se prepara para entrar a la mitosis y durante la mitosis, la célula se divide para formar dos células hijas. "¿Qué tiene que ver esto con la vida, las relaciones, los comienzos y los finales?", se preguntarán.

Digamos que la mitosis es una etapa grande de la vida, una etapa muy importante que está decidida a marcar a una persona para siempre. Lo que pasa es que en la vida es necesario tener tiempo de reflexión, tener tiempo para poner las cosas en perspectiva. Es necesario contar con tiempo para analizar la última mitosis que ocurrió, ver qué salió bien y qué salió mal. Así puedes hacer un inventario de lo que ganaste, de lo que perdiste, de lo que te has dado cuenta que ya no te servirá más. Esto es sumamente importante porque si no tienes una interfase entre cada mitosis, no te puedes preparar adecuadamente para la próxima. Si te apresuras demasiado y corres hacia la próxima mitosis, no estarás preparado para llevarla a cabo bien porque no tendrás claro lo que tienes para dar. Al final lo único que conseguirás es formar células hijas débiles y defectuosas porque no creciste ni aprendiste lo suficiente para generar una mitosis exitosa. Es así, no podemos apresurarnos demasiado para comenzar una etapa importante tras finalizar otra porque entonces no nos hemos dado tiempo de apreciar la etapa que acaba de terminar. Si no tienes tiempo de poner las cosas en perspectiva no te darás cuenta cuáles fueron tus errores, por lo que podrás volverlos a cometer cada vez. Tampoco podrás darte cuenta de cuáles fueron los errores de los demás, por lo que te podrían volver a herir por eso. Es necesario tener una interfase en la cual crecer y prepararse para así tener en claro qué es lo que se tiene para dar y así no sobreesforzarse por intentar dar algo que no puedes.

Cuando le mencioné esto a mi amigo me dijo: "Eso tiene algo de sentido... Bastante". Yo no sé cuánto sentido tenga o qué tanto me he dejado entender. El punto es que así es como yo veo las cosas, no puedes intentar hacer cosas grandes todo el tiempo porque después pierden su significado y no les das la importancia que merecen. Es mejor tener siempre un intermedio en el cual reflexionar para poder apreciar bien la etapa que acaba de pasar y prepararse para la próxima etapa importante. Por supuesto, puedes quedarte en G0 por siempre, creciendo pero quedándote siempre en el mismo sitio, sin mayores cambios... Pero, ¿en verdad esa es una manera de vivir? Una amiga me dijo una vez: "A ship in harbor is safe, but that's not why ships are built for". Es su quote favorita y me parece que tiene razón. No todos vamos a hacer grandes cosas, las grandes cosas son sólo para algunos, aquellos que pasan a la historia. Mi abuelo no pasó a la historia, lo cual no significa que no haya sido importante, todos somos importantes, pero él no hizo nada grande. Es la verdad, todos podemos hacer cosas grandes, pero no todos las hacemos. Aun así, somos humanos, estamos hechos para vivir. Dentro de tu vida ocurrirán cosas importantes, que no necesariamente serán importantes para el mundo entero, pero sí lo serán para ti. Sin embargo, estas cosas importantes solo ocurrirán si permites que ocurran. Nada pasa porque sí, algo debe condicionarlo y si te quedas sentado en un lugar seguro nunca nada pasará. En la vida hay sufrimiento como hay felicidad y llanto como hay risas pero si te cierras del dolor también te perderás de todo lo demás que puede ser maravilloso y te puede hacer feliz.

Me he distraído mucho al escribir esto, además que lo hice por partes, y perdí el hilo del tema así que acá termina la entrada.

La imagen fue sacada de aquí y es de este artista.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Gracias


A veces pierdo la fe en el mundo. A veces regresan los días tristes por unas horas, buscando destruirme. Entonces, miro hacia adelante y no veo nada, nada en el futuro me llama la atención, todo lo bueno me parece imposible. Entonces, el mundo es malo, es cruel, es injusto y yo no valgo nada y no puedo hacer nada para cambiarlo. Nada, nada, nada. Todo es nada. Parece que todo se hundiera en un profundo hoyo negro. Las luces no parecen brillar, todo es gris, aburrido. En esos momentos no valgo nada y nada vale la pena luchar. Se siente como si todo lo bueno terminará y que no vale la pena luchar para que no lo haga. Me siento cansada, agotada del mundo, agotada de vivir.

Es imposible que alguien me quiera cuando estoy así. Me pesa todo el cuerpo, no tengo fuerzas para moverme, ni siquiera para sonreír. Es como si todo el peso del mundo me chocara de repente y mi cuerpo no pudiera soportarlo. Entonces parezco triste, pero no lo estoy, solo estoy inmensamente cansada. Nadie podría quererme en ese estado. Me gana el pesimismo, parece como si el futuro no traerá nada bueno y que todo simplemente irá en picada y cualquier esperanza que tuve antes era pura ilusión vacía. Nadie podría quererme en momentos como ese, más bien se alejarían, molestos por mis ojos perdidos y mi falta de fuerza. Pero pronto me dí cuenta que ese "nadie" es Dante.

Me sorprendió su apoyo, su tolerancia, su cariño y su inagotable paciencia. Me sorprendió que no me dijera cosas como: "Vete a dormir y se te pasará" o "Estás exagerando". Fue una agradable sorpresa el saber que, inconscientemente, elegí a alguien con el temple para hacerme sonreír cuando ni siquiera quiero respirar. Porque es así, a veces no quiero respirar, a veces me siento demasiado cansada de la vida como para hacer el esfuerzo de permitir que ingrese aire a mis pulmones. Sin embargo, tengo a Dante. Nunca antes alguien había intentado sacarme de mi pesimismo así. No me reprimió o intentó torcer mi manera de pensar, sólo estuvo ahí conmigo recordándome que está ahí para mí. No sé cómo lo hizo pero en menos de una hora yo ya estaba sonriendo y riéndome y no sé qué pasó pero en un momento estaba desesperanzada y luego poco a poco sentía que el mundo no era tan gris y que regresaba la fe en el futuro. No sé que hizo pero se lo agradezco mucho.

Es así, algunas de mis amigas dicen que somos melosos, otros no saben/no opinan pero al final yo supongo que lo trato como él quiere que lo trate y cómo él merece que lo traten... Con excepciones, por supuesto. Es decir, yo supongo que nadie más que nosotros dos vemos realmente lo que sucede minuto a minuto en nuestra relación... ¡y eso! Yo no sé qué piensa él y él no sabe lo que yo pienso. Pero regresando a lo visible, hay momentos en los que estamos abrazados felices y momentos en los que lo largo por no haberse bañado dos días después de una construcción. Hay momentos en los que estoy contenta con él y momentos en los que me molesto. Hay momentos lovey-dovey como momentos chongueros. Es así, hay de todo en esta vida y me gusta cómo está. En verdad Dante es el mejor enamorado del mundo. Aunque es mala onda por momentos y se pasa de cochino, es demasiado lindo el 90% del tiempo. Se preocupa por mí todo el día, me trae jugo de naranja cuando tengo que tomar líquido, me prepara manzanilla, me recoge de la universidad, me acompaña, me obliga a estudiar... En fin, es el mejor de todos.
Además, es demasiado bonito tener a alguien abismalmente diferente con quien compartir todas éstas situaciones universitarias por las que paso. En especial porque Dante se esfuerza por escucharme y entenderme. Nadie se sorprende por mis limitados conocimientos sobre química, matemáticas o biología, o en todo caso no me quieren escuchar hablando sobre el trabajo que presenté o lo que aprendí en clases hoy. Excepto Dante. Debe ser porque él estudia Lite y no escucha nada "científico" desde que estaba en primer año cuando tuvo que tomar Mate I por estudios generales y aunque estoy convencida que le aburre el tener que escuchar mis descripciones sobre la respiración o tener que escuchar sobre las reacciones de los alcoholes, igual me escucha, me pregunta y me hace sentir inteligente. Es demasiado divertido explicarle sobre el ADN mitocondrial y los procesos de migración y verlo interesadísimo en el tema a pesar que estoy convencida que habían muchos términos que no había aclarado. Es demasiado bonito escuchar canciones de Calamaro y Alejandro Sanz y cantar en la sala. Es demasiado bonito tener a alguien que te acompañe en tus mejores y en tus peores momentos. Es demasiado divertido tener a alguien con quién preparar mezclas extrañas o con quién preparar postres que siempre van a estar "demasiado ricos" para él.

El otro día estaba con Dante acá en mi casa y al abrir mi blog le dije: "Quiero escribir, sólo no sé qué". Entonces él me dijo: "Escribe sobre cualquier cosa". Le dije: "Escribiré sobre ti". Aquí estoy yo escribiendo sobre él, espero haber captado por lo menos un 20% de lo increíble que es tenerlo cerca.

La imagen es sacada de aquí y es de este artista.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Sobre errores y desgracias


Es en días como éste, días grises que se sienten como domingos y que huelen a soledad, que me pongo a escrutinar mis muchos defectos. En días que tengo que estudiar química orgánica, que tengo que repasar matemáticas II, que me veo obligada a contemplar el hecho que tendré que quedarme estudiando durante el verano mientras todos se van de viaje y/o se broncean. En días cómo hoy, feriado, primero de noviembre (en dos minutos ya no lo será).

Para empezar, está mi torpeza. ¡Oh, mi increíble torpeza! ¿Quién más se tropieza con sus propios hermosos lentes morados y los rompe? ¿Quién más se tropieza con las líneas de la acera al caminar a pesar que estas sean de apenas unos milímetros de altura (o hendidura)? ¿Quién más se golpea con las perillas de las puertas cada vez que intenta entrar a un cuarto y tiene moretones en los muslos por eso? ¿Quién más carga cientos de cicatrices marcadas en la piel resultado de accidentes casi vergonzosos? Pues sí, soy torpe, muy torpe. Soy tan torpe que mi mamá me llama "clumsy". Soy tan torpe que todos saben que soy torpe y que una vez lo escribí en un essay sobre mí en sexto de primaria. Creo que la profesora pensó que tenía el auto estima en el suelo porque me llamó y me preguntó por qué pensaba eso y me dijo que yo no era torpe, que era una chica muy inteligente. La verdad es que así como me gusta el morado y tengo astigmatismo, soy torpe. Es una de esas muchas cosas que conforman lo que soy y con las que he aprendido a vivir. No sé, me he acostumbrado a coger las cosas siempre con las dos manos (que malpensable fue eso), a mirar al suelo cuando camino, a no correr por la sala para no golpearme con la mesa de vidrio, a tener cuidado al pasar por la puerta para no golpearme con la perilla. Es sólo uno de los otros rasgos de mi.

Otra desgracia: mi mala suerte. No gano ni un sólo juego de yankenpó, tampoco las battles de Pirates Ahoy (a menos que ya tengan una "táctica" deducible). Cuando necesito tomar un micro urgentemente nunca pasan o pasan tan llenos que la única forma de entrar sería que me suba al techo. Una vez tuve que esperar una hora y media por un micro y al final simplemente me regresé a mi casa. En los exámenes objetivos de matemáticas con puntos en contra siempre me pasa que las que marco pensando que están bien, siempre están mal y las que no marco porque no estoy segura de si están bien, son en realidad las que estaban bien. ¡No le atino a una! Tengo amigos que me dicen: "Es muchísimo más fácil porque con un poco de champa la haces", pero no, yo no tengo champa. La champa no existe para mi. Al contrario para mi existe la... no-champa... Mi mala suerte es tan mala que la primera vez que salí con quien ahora es mi enamorado, él chocó el carro y me pegué el susto de mi vida. Mi mala suerte es tan mala que la única vez que me intentaron enseñar a manejar apreté el acelerador en vez del freno y me traumé de por vida. ¡Ni siquiera pude adivinar esa! Nunca he ganado un premio, una rifa, ¡nada! Fui en movilidad mis 12 años en el colegio. La movilidad hacía una clase de rifa todos los meses. Multipliquemos, 12 años, 8 meses de colegio, 3 premios por rifa... ¡288 rifas! ¡Y no gané ni una!

Ahora, no todo es malo, de hecho que puedo recordar momentos en los que he tenido buena suerte. Cuando era más chiquita y mi mamá nos hacía lavar los platos a mí y a mi hermano, a veces pasaban días en los que no se lavaba porque la empleada lavó el jueves y el viernes nos fuimos a la casa de mi papá o no sé qué y por lo tanto la rutina se rompía y no sabíamos a quién  le tocaba lavar. En esos momentos mi mamá nos decía que nos la jugáramos con un yankenpó o con papelitos. Yo siempre escogía papelitos y por alguna razón la suerte me sonreía y siempre ganaba, por lo que mi hermano tenía que lavar (aunque al día siguiente igual iba a tener que lavar yo, pero el triunfo es lo que cuenta). Además de esos pequeños episodios de mi infancia, no creo haber tenido mucha suerte más. Aunque puedo decir que he tenido mucha suerte de encontrar personas tan maravillosas como las que he encontrado a lo largo de mi vida. Mi enamorado, mis amigos, parte de mi familia, la mayoría de mis compañeros del colegio y la universidad... Son todos maravillosos y ha sido una gran, gran suerte el tenerlos a mi lado.

Listo, entrada nueva. Para quitarnos el mal sabor de la ausencia y de la entrada anterior. Para quitarnos el mal sabor de la química orgánica y de las integrales parciales. Para quitarnos el mal sabor de haber tenido un fin de semana largo pero haber dormido apenas un promedio de 5 horas al día (en vez de las 9 o 12 reglamentarias). Para quitarnos el mal sabor de que es la 1 am, que dormiré 7 horas y que mañana tengo el cuatro parcial de matemáticas que lo más probable es que sea objetivo... Recordarlo ha provocado que el mal sabor vuelva.

La imagen fue sacada de aquí y es de este artista.

jueves, 28 de octubre de 2010

Inseguridades máximas


No, no te cuestiono, no tengo por qué. Sí cuestiono, pero no es sobre eso. No, yo sé que me amas, eso no es lo que cuestiono. Es que lo sé pero no lo entiendo. ¿Me entiendes? Lo sé, lo tengo presente, lo veo y lo siento. Lo veo y lo siento en cada abrazo y cada vez que me miras a los ojos, pero no lo entiendo.

No me entiendas. Nunca. Jamás me entiendas. Es un juego muy oscuro para entrar en él. Es un laberinto de paredes altas y mohosas. No te pierdas en entenderme, no lo lograrás. Entenderme es pasarse de curioso, es como cuando me quemé toda la palma de la mano por tocar esa máquina para reparar llantas. Es quemarse casi a propósito.

A propósito es que escribo esto, que no te respondo, que me quedo callada y miro hacia un punto y "no pasa nada", "¿en serio?", "en serio, no te preocupes". A propósito es que divago, que siento un peso tan grande adentro y que me pierdo intentando entenderme a mí misma. Busco respuestas y no las encuentro porque no te entiendo. Es casi a propósito que me comparo, que me torturo, que intento ver en mí lo que veo en los demás y fallo. Ay, ojalá fuera todo lo que quiero ser.

Yo no te comprendo. No entiendo el cariño que sientes, no entiendo las razones. Me pierdo intentando entenderlas. Te confundes, pero yo estoy más confundida. No te entiendo, no entiendo nada. No veo lo que ves, no sé de qué me hablas. Tú no me comparas, ¿o sí? Yo sí me comparo y no entiendo tus decisiones. ¿Cuándo decides quedarte? ¿Cuándo te irás y por qué? Éste es un juego imposible y es casi a propósito que entraste a él y es casi a propósito que te quedas jugando. Ahora, ¿qué hacemos? Estoy agotada hasta de mí misma.


Exceso de presión.
La foto es sacada de aquí y es de este artista.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Ya crecí



Hace algo más de 18 años yo nací en una clínica en San Borja con mis pequeños y chinos ojos marrones y mi pequeñez en general. Por ahí hay una foto en la que se ve que mi cabeza era mas chiquita que una cajetilla de cigarros de 20. Si eso no es chiquito, no sé qué lo es. Ahora han pasado más de 18 años y mi cabeza es definitivamente más grande que una cajetilla de cigarros, pero mis ojos siguen siendo igual de chinos y marrones.

Hace sólo lo que parecerían un par de años, que en realidad son más de 10, yo era una niñita flaca y chiquita que rodaba en la arena y se metía al mar. Admito que sigo siendo flaca y chiquita pero ya no ruedo en la arena ni me meto al mar (es muy frío para mí, me congelo). Por ese entonces pasaba todo el verano en la casa de playa, desde el día que terminaba el año escolar hasta el día que comenzaba el próximo, comiendo helados y haciendo huecos en la arena con mi hermano. ¿Qué pasó con los días completos en la playa? ¿A dónde se fueron las ensaladas de frutas y los almuerzos a las cuatro de la tarde? ¿Dónde quedó la chicoteca, los cheesecakes, las bolas de arena y los partidos de volley? Poco a poco, año a año, fueron desapareciendo las cosas simples de la vida y las sonrisas fáciles. Año a año me voy haciendo grande (o más grande) y me voy volviendo aburrida y amargada. ¿Qué seré cuando tenga 20 años? ¿Qué seré cuando tenga 30?  Me preocupa lo rápido que se pasa la vida, en un segundo ha pasado un mes y en un minuto... ¿Cinco años? (Para que no me digan que no sé contar) ¡En dos minutos estaré cerca a cumplir 30! ¿Nadie tiene algún aparato que desacelere el tiempo para que me permita disfrutar del ahora sin tener que correr al mañana?

El motivo real por el que empecé a escribir esta entrada, más que por las nostalgias enfermizas que me abordan de vez en cuando, es que el domingo tengo que votar y no sé que haré. No estoy preparada para ejercer mi derecho de votar, por dentro sigo siendo esa niña pequeña y flaquita que quería rodar por la arena y comer cheesecake de chocolate y  fresa todo el verano. No tengo idea que voy a hacer, ni siquiera sé dónde debo votar. Es decir, sé que debo ir a algún colegio en la calle las Nazarenas pero no sé dónde queda eso ni qué colegio es y mucho menos como llegaré para allá. En serio no creo estar preparada para "ser grande" y tomar las responsabilidades de los "grandes". Me gustaría que el voto sea voluntario, así las personas poco informadas y tontas como yo no se verían obligadas a marcar cualquier cosa (o, en su defecto, no marcar) sólo para que no les impongan una multa que considero inútil. Por otro lado, siento que si no voto estoy perdiendo la oportunidad de "darle puntos" a alguien merecedor de la alcaldía. Pero, ¿quién la merece? Ya sé, ya sé, me dirán: "¡Pues infórmate!", y lo comprendo, comprendo que debería leer y revisar y todo. El problema es que no tengo tiempo ni para respirar. El lunes estudio para el martes, el martes estudio para el miércoles, el miércoles estudio y hago tareas para el jueves, el jueves hago tareas para el viernes y el viernes y todo el fin de semana me la paso leyendo para el lunes y estudiando para el martes... O recuperando las horas de sueño. En este mismo instante me invade la culpa de no estar haciendo la tarea de matemáticas. Puedo decir, en mi defensa, que no puedo resolver ni los ejercicios más simples y que necesito desesperadamente que alguien me ayude, pero no hay nadie que lo pueda hacer en este momento.

Bueno, este rant sobre el crecer y las elecciones tomó un giro inesperado hacia mi tarea de matemáticas... Muy interesante. Me sorprende cómo funciona el cerebro humano (o mi cerebro, en este caso), cómo relaciona ideas o situaciones hasta llegar a algo que no tenía nada que ver con la idea original. Me pasa a menudo y así he llegado a hablar sobre unicornios con partes intercambiables, el Chama 26 3/4 y zombies subiendo por los cerros. De hecho mi vida es divertida, nadie imaginaría que estudio ciencias y estoy sufriendo con una tarea de mate que no puedo hacer. Odio todo. Amo todo. I'm out.

Saqué la imagen de aquí y es de este artista.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Yo escribo


Quiero escribir, pero no sé si puedo. Quiero poder, pero no sé si funciona así. Los días pasan lentos cuando todo es confuso. La confusión sería rápida si los días no fueran tan lentos. Escribo porque quiero, porque siento que debo, porque si. Y al mismo tiempo no debería escribir por escribir porque, al final, mis palabras no tienen sentido. Esto es una pérdida de tiempo. ¿Qué tiempo? El de la manecilla que da vueltas al reloj, segundo por segundo, tic, toc, tic, toc. El del sol mientras recorre el cielo de este a oeste, el de los colores de que lo acompañan, el de las nubes que viajan con él. Mi tiempo, tu tiempo, el tiempo que pasamos juntos y el que pasamos separados. Y cuando estamos separados el tiempo conspira contra nosotros y pasa más lento para retrasar el momento en el que nos volveremos a encontrar.

Tú no sabes lo que es ser yo. Saber lo que es ser un yo y sabes lo que es ser un tú, pero no sabes lo que es ser yo. Si tomamos esto como cierto, entonces no entiendes de qué escribo. No importa, nada importa cuando escribo. Tú eres un tú muy auténtico, deberías serlo, por lo menos. Todos deberíamos ser muy auténticos, aunque nos cueste un poco. Yo soy una yo auténtica, estoy segura que si. ¿Segura? ¿Cómo puedo estar segura que estando segura estoy en lo correcto? Podría estar segura de algo incorrecto, por lo que mi seguridad no tiene validez.Y, si todos somos muy auténticos eso significa que lo correcto a nuestra percepción sería muy auténtico también. Estoy segura para mí, con mi auténtica seguridad de mi auténtica percepción de lo correcto.

Un día todo esto no va a importar más. Un día, no hoy ni mañana, me voy a reír porque tenía un blog y recibía los comentarios más dulces o graciosos o extraños y eso me hacía feliz. Un día dejaré de escribir, o tal vez no, pero no hoy. Un día que no es hoy ni fue ayer yo nací. No lo recuerdo, pero sé que fecha fue. Un día como este o mañana yo nací y esta comedia efímera empezó. Un día como hoy o mañana yo moriré y tampoco voy a recordar ese día. Tal vez lo recuerden ustedes, pero yo no. Un día como uno de estos días que pasan yo vine y un día como estos días de setiembre me iré y nada va a cambiar porque yo soy un alma auténtica como muchas otras almas auténticas. Tal vez algo cambie para ti, pero soy un grano de arena tan fino que la historia del mundo no se estremecerá por mi partida. Y no me molesta. Me reconforta pensar que me quedaré en las sombras, que me apreciarán unos pocos, que no sufriré de la atención excesiva de las masas. Un día como estos yo no seré grande y yo no llamaré la atención y viviré tranquila y escondida en sombras de paz. Un día será, pero no hoy.


Saqué la imagen de aquí y es de este artista.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

No tengo idea

Nunca tengo idea, pero hoy tengo menos idea de lo normal. No creo que eso tenga sentido, no importa. Hola, no tengo nada qué escribir. No tengo opiniones sobre nada hoy. Hoy no pienso, no analizo. Es más, hoy ni siquiera entiendo por qué estoy viva. No tengo idea de por qué me despierto temprano para ir a la universidad ni por qué debía a estudiar para el parcial de química. Hoy no sé nada.

Me despierto a las 7:20 de la mañana, con suerte. Cuando voy muchas noches sin dormir puede ser que apague el despertador y siga durmiendo hasta las 7:30, 7:45, 8:00, 8:15... Nunca he pasado de eso. Apenas me levanto, me ducho y cuando termino de ducharme no quiero salir de la ducha. A veces hasta invento excusas para no salir. El trayecto al baño después de salir de la cama es un martirio y regresar al calor al entrar a la ducha, un alivio. Es tan difícil convencerme a mi misma que debo apagar el agua caliente y regresar al frío matinal. Eventualmente lo logro, por supuesto, pero eso no significa que me agrade. Al salir llega el momento de vestirse. Si hay mucha neblina afuera me pondré leggings térmicos, medias altas y un polo más dos chompas. Si el día parece algo más claro, sólo las medias altas y un polo con  una chompa. Si es que sorpresivamente me despierto con los rayos del sol atacando directamente a mis ojos me pondré ropa de verano y me arrepentiré más tarde cuando corra viento frío. Me distraigo de escribir esta entrada hablando con Dante y Tatito. ¿En qué estaba? Vestirme. Después de vestirme, si tengo tiempo, me serviré algo de desayuno. La semana pasada fue como un cereal-trigo-atómico-dulce, ésta semana también. Hace tiempo me freía un huevo y lo comía con pan, en algún otro momento habré comido fruta o torta o galletas. No estoy acostumbrada a tomar desayuno, pero he decidido empezar a hacerlo, no sé por qué. Mientras tomo desayuno me desenredo-peino el pelo. Normalmente me pongo crema para peinar pero se acabó y me da flojera ir a comprar más así que esperaré hasta el domingo (día de compras) para que mi mamá la compre. Hasta el final de la semana seguiré sufriendo mi batalla contra mi propio pelo. Desayuno y me peino. Luego serviré mi almuerzo del día en mi lock & lock taper y lo meteré junto con un tenedor y un cuchillo a una bolsa que meteré en mi cartera-mochila de la universidad. Después me lavaré los dientes y saldré corriendo de mi casa porque probablemente estaré tarde (o eso pensaré).

No sé por qué acabo de contar una detallada descripción de mis mañanas. De mis nimiedades matutinas. De mis promenores matinales. Estoy de mal humor. O no. No sé, no sé nada hoy. No, sí sé. Sé que los centriolos participan en la división celular. Sé que me fue bastante mal en el parcial de química. Sé que hay alguien que me ama (o por lo menos dice que me ama) y que eso confunde mi estado anímico. Es por eso que no sé si estoy de mal humor o si estoy neutral. Definitivamente no estoy de buen humor. Probablemente solo estoy de verdadero buen humor espontáneo y natural cuando sale el sol de la nada en la universidad y no tengo nada que hacer entonces me echo en el pasto y hablo con mis amigos sobre zombies y unicornios. De hecho estoy de buen humor en otros momentos también como cuando salgo con mis amigos y actually tengo plata para gastar o en verano tumbada al sol, leyendo. Tal vez no estoy de mal humor, tal vez me siento neutra y estoy cansada. No me sorprendería que esté cansada, considerando que no duermo temprano (más temprano que las 2 am) desde hace tiempo. Por cierto, ¿qué significa "am"y "pm"? Como siempre, mi gran amigo Google me audó con esta interrogante. "Ante meridiem" y "post meridiem". Muy interesante.

Son las 12:41 am. Tengo hambre. Dante no me responde en msn. No sé qué hacer con mi vida. Debería ir a dormir. Siento los ojos secos y estoy cansada. Creo que eso es un hasta luego. Cuando la inspiración regrese a mi y logre terminar alguno de los dos posts que había escrito o escriba el que tengo pensado escribir, regresaré a postear. Por el momento seguiré sufriendo con la universidad.

Pd. ¡Que bestia para ser una entrada inútil!

lunes, 6 de septiembre de 2010

Ciencias sí se divierte

Será porque tengo muchos amigos que estudian letras, en especial en la Católica, o porque mi mejor amiga estudia Arte. Tal vez porque Dante estudia Literatura y a mi me gustaría estudiar Literatura también pero mi angustia no me deja en paz. Será tal vez por eso o por todos esos prejuicios que rondan alrededor de nosotros, los estudiantes de ciencias, que aun me sorprende lo mucho que me divierto en la universidad con mis amigos a pesar de lo difíciles que encuentro los cursos. Es divertido, es muy divertido y ya llevo escribiendo tres páginas enteras (ambas caras) de frases graciosas dichas en la universidad y recién vamos a empezar la cuarta semana. Verán, yo tengo la costumbre de apuntar todas las frases graciosas que suceden en mis conversaciones comunes y corrientes porque suele pasar que me rio de mil estupideces pero más tarde quiero recordarlas y no puedo. Cuando las apunto siempre puedo regresar a volver a leerlas.

La verdad es que esta entrada es alguna clase de paréntesis porque mi cerebro está seco por la universidad y no se me ocurre sobre qué escribir (o si se me ocurre, pero justo antes de dormir y cuando me despierto ya no lo recuerdo). Aunque también debo admitir que quiero compartir estas anécdotas graciosas que suceden y probarles que los alumnos de ciencias sí se divierten... O por lo menos nosotros lo hacemos.

Advertencia: Esta entrada puede contener grandes cantidades de sexual innuendo... Si es que no se trata solamente de eso. También puede contener lenguaje soez. Bastante.

Conversando sobre el tiempo que tardaremos en terminar la carrera si jalamos ciertos cursos. Decíamos cosas como: "Si jalo Mate II no puedo dar Física I ni Física II así que me atrasaré un año y terminaría en cinco años...".
Yoshi: Yo quiero terminar la carrera en cuatro.
Yo me río escandalosamente.
Yoshi: ¡Te ríes! ¡Crees que no puedo terminarla en cuatro!
Yo: No, no, yo creo que puedes terminar en cuatro todo lo que quieras...

En la clase de Matemáticas, en uno de esos momentos en los que el profesor se desvía por completo del tema y nos comienza a hablar sobre algo completamente diferente.
Profe: La película no fue exhibida comercialmente así que probablemente no la habrán visto pero aquellos que son fanáticos del Hueco...
Yo exploto en una carcajada. Soy la única.
Yoshi: Mujer, eres una enferma.

En la clase de Biología, hablando sobre las propiedades del agua.
Profe: Llega un momento en el que se vuelve estable y la molécula ya se queda en cuatro.
Obviamente, de nuevo, yo estallo en carcajadas y todos voltean a verme.

Almorzando y hablando sobre cómo habían asaltado a alguien poniéndole algo en la espalda que él pensó que era una pistola pero en realidad era un plátano.
Yo: Claro, es como que: "¡Ten cuidado o saco el plátano!".
Vivs: ¡Neko! ¡Eso suena demasiado mal!

Hablando sobre un profesor.
Vivs: ¡Y comete errores ortográficos por todos lados!
Yo: Yo no he visto nada... Sólo que tilda la "o" innecesariamente...
Vivs: Tú te duermes.

En la biblioteca. Yoshi esta revisando como funciona mi cámara y sacó la tarjeta de memoria.
Yo: Ten cuidado de como la metes, ¿ah?
Explosión de risas.

En la clase de Química Orgánica.
Profe: ¿Saben lo que es un singulete y un triplete?
Yo: ... ¿O no?
Explosión de risas.

En el almuerzo, hablando sobre cualquier estupidez que se nos cruce por la mente. En ese momento hablábamos de hipogrifos y grifos.
Yo: Ah, entonces el grifo es el león y el hipogrifo es como hipódromo, hipo de caballo. Entonces hipogrifo es el que es como un caballo...
Wishu: Y, ¿de qué iba a ser? ¿Hipopótamo? ¿Entonces "grifo" por dónde es a león?
Yo: Por el culo.

En Química, dibujando formas resonantes. Alguien preguntó por qué algo iba en algún lugar (es decir, no recuerdo qué preguntaron).
Profe: ¡Es que acá el oxígeno se la jala!
Explosión de risas.

En Biología, hablando sobre células.
Profe: Los glóbulos rojos son estos que parecen donuts.
Yoshi: De repente los vampiros no son adictos a la sangre, ¡son adictos a los donuts!

En Química Orgánica, hablando sobre ácidos y bases.
Profe: Si alguien da, alguien tiene que recibir.
Una vez más, yo fui la única que explotó en risas.

En la misma clase de Química.
Profe: Mayor H+ (léase "ache mas"), mayor achidez.

En el almuerzo, hablando sobre gente de la facultad (hasta cierto punto rajando).
Vivs: Yoshi, cuando pase me la muestras porque no la conozco.
Explosión de risas pero que conste que Jabón se rió primero y que yo no lo entendí hasta que todos se empezaron a reír.

Antes de entrar a la clase de Matemáticas, hablando sobre ciertas personas. Para este es necesario comprender un poco de química. Un anfótero es un compuesto que puede comportarse como un ácido o como una base (es decir que puede dar o puede que le den). Una cadena es... Bueno, una cadena de átomos o moléculas juntas. Una cadena cíclica es aquella en la que los extremos se juntan y forma un ciclo. La resonancia son las diferentes formas que puede tomar una molécula sin cambiar su función. Dicho esto, continuemos.
Wishu: Son anfóteros.
Yo: Eso es cuando das y te dan... ¡Podrían hacer una cadena!
Wishu: ¡Cíclica!
Ivi: Podrían hacer resonancia... ¡Y ahí sí se exitarían los electrones!
Explosión de risas. Wishu y yo estábamos básicamente en el suelo riéndonos. Pasa un rato.
Jabón: ¡Ahh! Yo pensé que hacían la cadena agarrándose de las manos...
Más risas.

En la clase de Matemáticas.
Yo: Rawrrrr... Raaawwwrrr...
Vivs: Pareces un dinosaurio en crack.

Bueno, estas fueron probablemente las más graciosas de todas (y las que no contenían nombres de profesores). Lamento que la mayor parte de ellos tengan connotaciones sexuales pero, ¿qué puedo hacer? Como dice mi estimada Wishu: "Neko tiene la habilidad para pervertir todas las cosas", o como dice Vivs: "Neko saca pequeñas partes de las conversaciones y las mal piensa". Sí, es la verdad. No hay mucho que hacer contra eso y, al fin y al cabo, es gracioso.

Pd. Hoy no hay foto porque no sé que foto poner.

martes, 31 de agosto de 2010

Carta a un posible enamorado



Querido posible enamorado,

¿Cómo estás? No nos conocemos aún, o tal vez sí pero no nos hemos dado cuenta que podríamos estar juntos. Yo estoy viviendo y quejándome, como siempre, y te espero hoy más que nunca. No sé por qué me han entrado tantas nostalgias hoy, no sé por qué me siento tan inquieta por tu llegada. Por un lado me maravilla el ser humana y poder enamorarme pero por otro me aterra el tener que emprender otra vez el difícil camino del amor. Todo esto empeora al complicarme la vida pensando en que podríamos no coincidir en nada más que el estar enamorados, lo que volvería más difícil el ya suficientemente difícil camino. Por esto considero necesario el avisarte de antemano sobre los peligros de mi inconsciente para que cuando llegues, llegues preparado o, en todo caso, no llegues porque abortaste la misión de conquistarme.

Yo no soy fácil. Lo lamento, me encantaría ser una persona sumamente sencilla y dócil, pero no lo soy. Soy la clase de persona que va a hacer que te preocupes y te atormentes pensando en qué hiciste para causar mi mal humor porque, sí, fue tu culpa y no se me pasará hasta que lo admitas. Además, suelo caer en momentos de depresión que pueden durar entre algunos minutos hasta un par de días, pero no más. Estas depresiones se caracterizan por aparecer con profundos sentimientos de culpa, aparente incapacidad de lograr lo que sea que intente (desde pasar un examen hasta dormir), suspiros descontrolados y miradas taciturnas. Durante estas recaídas voy a necesitar desesperadamente de tu apoyo y tal vez demande demasiada atención de tu parte. Es más, es posible que si no tienes cuidado mi negativismo y mis suspiros te jalen al túnel oscuro de mis depresiones.

Frecuentemente seré una persona cruel y haré comentarios sarcásticos que probablemente te harán enojar. De vez en cuando pareceré una persona completamente distinta y la mayor parte del tiempo seré un machazo en vez de una princesa. Cuando compres papas fritas me comeré más de la mitad de ellas... Y sin preguntar. Jamás me podrás sacar celos pero yo me pasaré el tiempo hablándote de como amo a todo el mundo. Tal vez mi orgullo te hiera porque es muy poco probable que me hiera a mi y, conmigo, alguien siempre tiene que salir herido. Me quejaré de todo, todo el tiempo, y lo consultaré todo con mis amigas antes de tomar una decisión. Me complicaré la vida por todo y complicaré tu vida de paso, también. Te volveré loco por diversión y te llamaré "demasiado normal" si es que me llamas "loca".

Posible enamorado, después de leer esto, ¿qué piensas? ¿En verdad valgo la pena? Posible enamorado, ¿abortarías la misión? Soy demasiado difícil y te complicaría la vida pero, ¿qué cosa buena obtendrías tú a cambio? Eso lo tendrás que descubrir tú solo. Yo podría ser la persona más dulce del mundo, pero no estoy segura de ser verdaderamente capaz de serlo. Aún no se ha presentado la situación para que lo sea o lo intente ser. Podría ser divertida o graciosa, podría ser tolerante o cariñosa. Podría ser bonita, podría ser perfecta, podría permitirme amarte y podría permitir que me ames. Podría ser humilde, educada y servicial. Sin embargo, por ahora no hay nada que pruebe que realmente puedo ser (o hacer) cualquiera de lo mencionado arriba. A partir de aquí sólo dependerá de ti el intentarlo o salir corriendo. Yo no puedo decirte si valgo la pena o no, eso deberás descubrirlo solo. Sólo puedo advertirte de lo difícil que será y de lo complicada que soy. Lo demás queda en tus manos


La foto fue sacada de aquí y es de este artista.

lunes, 30 de agosto de 2010

Colibrí



No tomo café, pero me muero por el mocha. Hoy me tomé un mocha frapuccino del Starbucks y fue la gloria en un vasito que se acabó demasiado rápido. Como todo lo bueno. Como chocolate de leche y a veces hasta bitter, pero no siempre y nunca como chocolate blanco. Me gustan las frutas y las verduras pero no me gusta la berenjena ni el higo. Como huevo frito y revuelto, pero no me comeré la yema del huevo duro, lo lamento. La mayor parte del tiempo no me gusta el pollo, la menor parte del tiempo no me gusta el pescado. Siempre me gustan los mariscos pero a veces prefiero comer solo tofu. Me gusta lo salado pero casi siempre prefiero lo dulce aunque la mayor parte del tiempo te prefiero a ti.

Puede que no crea en ti pero creo en mi. A veces tampoco creo en mi pero de vez en cuando creeré en ti. Puedes convertirte en todo lo que tenga en algún momento pero más vale que yo no sea todo lo que tienes porque me puedo escapar. A veces me escapo pero la mayor parte del tiempo prefiero quedarme aunque depende de cuánto te guste leerme. Si te gusta mucho leerme puede que no me escape porque podrías llegar a entenderme pero si no te gusta leerme es posible que no me quede de otra más que escapar. Si no te gusta leer nada de nada puede ser que no nos entendamos y eso ya sería catastrófico. No la cagues, porque podrías arruinarlo todo pero a veces es aburrido que todo vaya siempre smooth. No seas cuidadoso pero tampoco seas demasiado audaz. La rebeldía sin causa no va conmigo. No aparentes ser alguien que no eres cuando estés conmigo y no estés de acuerdo conmigo en todo lo que pienso. De vez en cuando es interesante coincidir en ciertos puntos pero no es divertido tener un casi clon mental.

No me agrada sentirme de martes, miércoles o domingo. Prefiero sentirme de jueves, viernes o sábado. A veces me gusta sentirme de lunes, pero casi nunca sucede. Prefiero sentirme de febrero o diciembre en vez de sentirme de marzo o agosto. Prefiero sentirme de primavera que de otoño y de verano que de invierno. Prefiero sentirme de sol que de nubes pero si hay demasiado sol prefiero tener algunas nubes. Prefiero sentirme de mediodía que de madrugada y de noche en vez de mañana. Pero más que todo, prefiero sentirte conmigo que sentirme sin ti. Prefiero sentirte cercano que lejano pero a veces es mejor que estés un poco lejos para que pueda extrañarte. Prefiero sentir que eres más mío que suyo pero al final siempre prefiero que seas tuyo. A veces me gusta que seas de nadie pero creo que siempre es bueno entregar aunque sea un poquito el corazón.

Prefiero que me lean a que me ignoren y prefiero que comenten a que dejen sus pensamientos encerrados en su mente. Como verán con esta entrada, las palabras necesitan expresarse. A veces me gusta que los pensamientos se queden dentro porque son muy míos pero la mayor parte del tiempo considero que hay que compartirlos y no ser tacaña.

La foto la saqué de aquí y es de este artista.

Pd. Me pastruleé mal con esta entrada, sholita/o. Disfrútala que todo lo escrito es verídico y tiene un poco de todos... O todos tenemos un poco de ella. También sería genial que alguien pudiera decirme por qué se llama "Colibrí". El que adivina se gana mi amor eterno.

sábado, 21 de agosto de 2010

Enamorarse



Tal vez me consideren loca por escribir esto. Tal vez piensen que no tengo razón. Tal vez piensen que tengo razón en ciertas cosas pero difieran en otras. Tal vez piensen que tengo razón en todo. Lo que pasa es que yo creo que hay dos formas de enamorarse: cuando te enamoras y cuando te enamoran.

Cuando te enamoras es la clásica. Te presentan a alguien y piensas: "¡Es lindo!", y mientras se van conociendo más y más te vas dando cuenta que algo cálido va creciendo en tu interior. Sientes como una hoguera va creciendo dentro de ti, envolviendo todo lo que eres o creíste ser. Lo más interesante es que esa hoguera brilla más intensamente cuando ves sonreír a esa persona y ese brillo llega a tus labios y a tus ojos y no puedes evitar sonreír también. Cuando te enamoras el amor nace de ti y crece en ti por ti. Todo depende de ti, es espontáneo. Si intentas recordar como empezó solo puedes recordar su sonrisa y el tono de su voz. Esa hoguera se alimenta de sus sonrisas y el brillo de sus ojos.

Por otro lado está cuando te enamoran. Cuando te enamoran es casi un "peor es nada". Si es que no has tomado mucho tiempo para pensar en estas cosas y en como te sientes podrías equivocarte y pensar que nació de ti. Es cuando conoces a alguien que al principio realmente no te impresiona o te ilumina pero que después de mucho esfuerzo de su parte empiezas a sentir crecer un fuego dentro de ti. Este fuego no te invade por completo y no brilla tan intensamente, pero está ahí. El problema es que este fuego no estuvo siempre ahí, ese fuego nació alimentado por atenciones y miradas cariñosas. ¿Qué pasó? Te enamoraron. Te atrajeron cuidadosamente a sentirte especial al recibir las atenciones de alguien mas. Al intentar recordar de donde provino ese fuego solo vez un borrón de insinuaciones, atenciones o palabras cariñosas. Cuando te enamoran el amor nace en alguien mas y esa persona te lo va pasando a ti.

No crean que digo que enamorar a la persona de la que estas enamorado esté mal. Es más, lo encuentro perfectamente válido. Es natural que quieras que la persona que amas te ame. Es completamente normal el querer llenar a esa persona de atenciones. No es como si la estuvieras atrayendo a una vil trampa que arruinará todas sus oportunidades de enamorarse por siempre. De todas formas, es muy difícil encontrar dos personas que de pronto se enamoran una de la otra por completa espontaneidad. Incluso sucede que muchas personas simplemente no se dan cuenta que han sido enamorados por otra y creen que fue su propia idea desde el principio (Inception/El origen).

Sin embargo, yo sí me doy cuenta. Puedo distinguir perfectamente (tal vez no perfectamente pero claramente) cuando me he enamorado de cuando me han enamorado. Llevo mucho tiempo pensando en esto y creo que ya logro distinguirlo, no sin cierta pena porque solo soy humana y me gustaría "aprovechar las oportunidades que se me presentan" como los demás tranquilamente. Es por esto que siento que no debo permitirme el hacerle caso a alguien que me ha enamorado. De alguna manera siento que es injusto tanto para él como para mi. Para él porque podría encontrar a alguien que sí se enamore de él sin pedirle nada a cambio, que solo lo ame porque se enamoró de él. Es como si yo lo estuviera utilizando para obtener atención porque tengo miedo a estar sola. Y también es injusto para mi porque yo también merezco la oportunidad de enamorarme espontáneamente de otra persona. Soy muy joven para simplemente rendirme al "peor es nada". Yo también quiero vivir mi propio amor y luchar por él.

Tal vez suene extraño o complicado pero es así como yo veo las cosas. Me daría mucha pena el tener que rechazar a alguien pero sino tendría que explicarle que solo le hago caso porque tengo miedo a estar sola y porque me da la oportunidad de aprovecharme de su amor por mi. Es que una vez que estás consciente de la situación eso es lo que es. Te aprovechas del amor que la otra persona siente por ti para sentirte querido y especial. Somos humanos y todos queremos sentirnos queridos y especiales pero yo no podría hacerle creer a otra persona que la amo incondicionalmente si es que estoy consciente que yo no me enamoré espontáneamente.

Por si acaso, todo esto es un sentido completamente hipotético, cualquier parecido con la realidad es meramente una coincidencia. Utilicé la primera persona ("su amor por mi", "es injusto para mi") solo para hacer los ejemplos más claros.

Esta foto es la saqué de aquí y es de este artista.

jueves, 12 de agosto de 2010

Misceláneo II


Cada vez que nos encontramos me quedo mirándote. No solo porque eres el chico más encantador que he encontrado en mi vida, no. No solo porque me encantan tus ojos y las pecas sobre tu nariz, no. Simplemente hay algo en ti que me llama. Es la manera en la que te mueves, de aquí para allá, hablando con todo el mundo. Es el sonido de tu voz y el timbre de tu risa. Es que eres tú. Dudo que haya algo en ti que no me agrade aunque sospecho que es solo porque aun no lo he encontrado. Al final, nadie es perfecto pero amar conlleva aceptar las imperfecciones.

Estás muy lejano. Eres como... como una estrella fugaz. En un cielo estrellado espero a que aparezcas y cuando lo haces me deslumbras pero solo por un corto tiempo. Nunca voy a poder alcanzarte pero cada vez que apareces me traes suerte. Siempre es una suerte el poder verte. Eres una estrella fugaz y yo solo te pido un deseo: que yo sea la tuya. Quiero ser tu estrella fugaz. No, mejor no quiero serla porque eso significaría que estoy lejana para ti y que jamás podrás alcanzarme cuando en realidad es todo lo contrario. Si tu quisieras alcanzarme sólo tendrías que estirar la mano y me encontrarías ahí, esperándote. Yo nunca quiero parecer distante para ti.

El desamor y los amores imposibles son demasiado trillados. Todos habrán escuchado una canción o leído un libro sobre eso. Abundan los poemas de amores no correspondidos. Sin embargo, no puedo evitar escribir sobre esto. Y es que me va a invadir un amor imposible mientras tú sigas siendo imposible. No sé qué verás tú en mi. No sé qué pensarás cuando me ves o cuando me recuerdas... si es que me recuerdas. Lo único que imagino es que no me ves como yo te veo y eso no me sorprende. ¿Cómo explicarlo? Tú eres la estrella fugaz deslumbrante en el cielo y yo soy solo otra de las personas que se encuentran paradas en el frío suelo esperando a que pases. Tú eres único y gracioso y divertido mientras yo soy la loca que escribe sobre su amor imposible. Tú eres tú y yo soy yo y no parece que llegaremos a ningún punto medio en el cual encontrarnos.

Mientras que espero a ver si llega ese punto medio te pido que sigas siendo mi estrella fugaz para que me sigas deslumbrando con tu brillo y sigas alimentando mi sonrisa con el sonido de tu voz.


Ya no es un párrafo pusilánime, ahora es un texto pusilánime porque parece que el primer Misceláneo les gustó. Tal parece que el "Misceláneo" se volverá una serie que continuaré cada vez que me ponga pusilánime y quiera escribir cosas pusilánimes. Pusilánime, pusilánime, pusilánime. Estoy escribiendo la palabra pusilánime demasiado. Espero cansarme de ella pronto.

Tengo que compartir este video con ustedes. He llorado por los 10 minutos que duró como si el enamorado que no tengo se hubiera ido a Irak. En serio, es lacrimógeno como mierda pero es un lacrimógeno bueno. La verdad es que no sé si lo podrán ver porque es un video de Facebook, pero es demasiado bonito.

La foto la saqué de acá, es de este artista. Tiene fotos demasido lindas.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Construcción masiva



Mis queridos, lindos, preciosos amigos de UTPMP Perú se fueron ayer en la noche a sus respectivos colegios para la construcción masiva. Para muchos esto no tendrá mucho sentido o no sonará tan emocionante como lo es para mi. Déjenme explicar: la construcción masiva es la construcción masiva... es la masiva. En mi primera construcción, que fue de escolares, construímos... ¿Qué? ¿Doce casas? En la de Semana Santa construímos treinta y seis casas. En esta masiva se construirán ciento treinta casas. Alucinen la magnitud. Son cientos de voluntarios, más de cien familias... Son cientos de personas, todas enfocando su energía y sus ganas durante cinco días persiguiendo el mismo sueño: erradicar la pobreza extrema. Y yo no estoy formando parte de ellos.

No me malentiendan, no estoy llorando en una esquina pero admito que me sentí muy mal cada vez que tenía que decir: "No voy a construir esta vez". No saben lo horribles que se han vuelto esas cuatro palabras juntas para mi. Ustedes se preguntarán: "Pero si te morías tanto por ir a construir, ¿por qué no vas?". Ah, ahí es donde radica el gran problema de toda esta situación... ¿Por qué no voy? La respuesta es simple y a la vez complicada. Si no quisiera aburrirlos con la historia larga tendría que decirles: "Como regresé hecha mierda de la construcción de Semana Santa y al otro día no me pude levantar para ir a clases mi mamá no me dejó ir". Entonces muchos pensarán: "Broder, eres demasiado pusilánime. ¿Cómo dejas que tu madre te controle así? Yo que tú la mandaba a la mierda y me iba a la construcción". Ok, piensen que soy pusilánime, piensen lo que quieran. Pero como este es mi blog y me importa un pito aburrirlos y en verdad me gustaría que entiendan, contaré la historia larga.

Regresé de la construcción de Semana Santa completamente hecha mierda. Estaba insolada, tenía heridas, moretones y me dolía cada centímetro de mi cuerpo... pero obvio, estaba feliz. El problema fue que al otro día tenía clases. Como los profesores pensaron que nos íbamos a echar la gran juerga, nos mandaron largas tareas. Obviamente me zurré y no hice la mayor parte de ellas (¡Oh por Dios, Alejandra no hizo sus tareas! Que importa, nunca las hago). Al día siguiente que regresé me desperté yo bien linda a las 7:30 para ir a clases y me di cuenta que mis brazos pesaban por lo menos dos kilos más y mis piernas, tres. Primera clase del día: Computación. Y un cuerno, nada más inútil. Entonces decidí tirármela para descansar porque al final me importaba un pito (Recordatorio: yo voy para biología, especialización en ecología). En fin, sólo me salteé Computación, sí fui al laboratorio de Mate que me tocaba después. A mi todo esto me pareció muy normal, gran prueba de mi pereza y "para una buena causa". Si tenía que jatear todo el fin de semana que venía para descansar, fresh. Pero obviamente a mi mamá no le hizo ninguna gracia y cuando le dije que quería participar en la masiva me preguntó: "¿Tienes clases al otro día?" "Sí" "Entonces no".

Esa vendría a ser la historia. Ahora, la explicación. Ustedes dirán: "Pero, ¿por qué no le rogaste?, ¿por qué no le prometiste que sí irías a clases al día siguiente? O, en fin, ¿por qué no te rebelaste?". Por supuesto que rogué y por supuesto que prometí que iría a clase al día siguiente pero no funcionó. Verán, comprendo perfectamente el punto de mi mamá. No me encanta, no calza con lo que yo quiero; pero lo comprendo. Mi mamá es madre soltera desde que yo tenía once años y se deshace trabajando como diez horas al día. Tal vez no nos compre Nextels o laptops o Play 3 pero se rompe el lomo trabajando para pagarme una buena educación y yo la admiro por eso. La universidad no es barata, nada es barato. Todo tiene un precio y si no fuera por el esfuerzo de mi mamá mi hermano y yo estaríamos en la calle. Lo único que ella me pide a cambio es que no me meta en problemas y que estudie. Claramente ella ve que regresar de una construcción teniendo clases al otro día afecta mis estudios y no quiere eso. Gasta mucho dinero en mi educación como para que yo rompa el acuerdo tácito que existe. Yo no quiero romperlo por respeto a su esfuerzo. Si tengo que hacer algunos sacrificios como es perderme la construcción masiva, pues bienvenido sea. No me encanta, pero lo acepto. Además, le he causado demasiados problemas durante mis teenage emo mode on years como para ponerme pendeja a los dieciocho años también. No se pasen. De cierta forma siento como si estuviera en deuda con ella por tantas cosas que no me da el tiempo ni el esfuerzo para saldar tantas cuentas; pero lo intento.

Esa es la razón por la cual no estoy yendo a construir con todos mis amigos. Si es que todavía piensan que soy una pusilánime por no rebelarme, be my guest. Claramente nunca se han encontrado en una situación como la mía... o son poco empáticos. Ya será para la próxima construcción que no tenga clases al otro día o para algún ciclo en el que empiece clases a las dos de la tarde los lunes (en la Cayetano estas cosas no suceden así que se descarta esta posibilidad). Amo la labor de UTPMP y quiero seguir persiguiendo el sueño de erradicar la pobreza extrema pero, lamentablemente, esta vez no podrá ser. Por el momento les deseo la mejor de las suertes a cada uno de los voluntarios que participan en esta construcción y espero que cuando regresen me cuenten como les fue... y exageren.

P.d. Los voy a extrañar como mierda.

domingo, 8 de agosto de 2010

Bonito


Quería cogerle una mano. Quería acariciarle la mejilla con las yemas de los dedos. Quería decirle que era la primera mujer hermosa que veía desde hacía años. Que verla bostezar tapándose la boca con el dorso de la mano bastaba para que se me cortara la respiración. Que a veces no captaba el sentido de sus palabras porque me perdía en las dulces ondulaciones de su voz. Quería decirle que si ella estuviera conmigo, nunca volvería a pasarme nada malo.
-El nombre del viento, pg.288-289.

Este párrafo es bonito. Muy bonito. Quería darles tiempo a leer la entrada anterior o las otras dos que escribí esta semana pero tenía que compartir este párrafo tan bonito con ustedes. No me da el tiempo ni los posts para compartir con ustedes todas las cosas bonitas y no tan bonitas que quiero compartir con ustedes, pero lo intento. En especial ahora que tengo tiempo.

Espero al chico que piense lo que dice el párrafo... por mi. Eso es más o menos lo que quería transmitir en el post anterior-anterior... solo que menos obsesivo.

Saqué la foto de acá, de este artista.

Yo leo, tú lees, nosotros leemos


Amo leer. Me encanta leer. Supongo que ya lo sabían o lo intuían. Para los que me conocen del colegio sabrán que escribí sobre mi placer de leer y la Miss Claudia me regaló un libro por eso. Para los que me conocen de la universidad sabrán que soy Harry Potter obsessed porque fue mi infancia y me rehúso a olvidarla. Para los que me conocen de cualquier otro lado... Supongo que ya lo habrían adivinado... ¿o no?

Muy pocas veces sucede que encuentro un libro que verdaderamente me atrapa. Harry Potter fue uno de esos y fue por eso que apenas terminaba de leer uno de los libros de la serie esperaba impacientemente un año o dos o tres hasta que sacaran el próximo. La serie de Harry Potter fue mi primer escape de verdad. Leí el primero en el 2001, en español, cuando me fracturé la pierna. Un poco tarde, considerando que ese libro salió en español en el '99. Yo estaba a punto de cumplir nueve años y ya habían pasado varios libros por mis manos pero ninguno me había atrapado como ese mundo de magia (salvo tal vez por El Principito). Recuerdo que me lo trajo mi papá y me dijo que me gustaría. Desde entonces debo haber leído ese libro aproximadamente diez veces. Como El túnel. Lo he leído probablemente diez veces también y prácticamente me lo sé de memoria. Amo ese libro.

Sigamos con el ejemplo de Harry Potter. Cada vez que me traían un nuevo libro de la serie me veía obligada a leerlo sin descanso. Era: o leía todo el libro en tres días sin dormir o... leía todo en tres días sin dormir. No podía hacer nada más, no podía soltar el libro, dormir y seguir al día siguiente. Si les gusta leer saben a que me refiero. "Son las tres de la madrugada... Una página más... Hasta el final del capítulo... Hasta el final del próximo capítulo...Un par de páginas más... Son las seis de la mañana". Simplemente no soy capaz de soltar el libro y, en todo caso, si lo hiciera terminaría echada en mi cama sin poder dormir pensando over and over again en que podría pasar más adelante en el libro. Si no les ha pasado, no saben lo que es leer de corazón. En serio. Y cuando por fin terminas el libro sientes como... agridulce. Un vacío que al mismo tiempo tiene algo de orgullo. Sabes que has leído una buena historia y que al leerla le has hecho justicia a los hechos que te contaba pero al mismo tiempo no sabes que hacer ahora que se ha acabado. Eso me pasó con La sombra del viento las dos veces que lo leí.

Los libros siempre fueron mi escape. Fueron aquello que me acompañó cuando estaba más sola y fueron mis pasajes de avión a tierras lejanas y vidas distintas. Los libros han marcado mi vida por etapas. Tal vez lo que no ha cambiado en los libros que leo es que siempre, al final, regreso a un libro sobre magia. Supongo que es porque ya que los libros son mi escape elijo leer aquello que me va a llevar más lejos de mi realidad. Es decir, odiaría leer sobre adolescentes comunes y corrientes que viven cosas comunes y corrientes. ¿Cuál es la gracia de eso? Es como ir al cine para ver una película de mi propia vida. Al final siempre termino leyendo sobre magos, criaturas fantásticas, demonios, capas negras y conjuros. Lo que me lleva a lo que me trajo a escribir este post.

He estado leyendo un libro llamado El nombre del viento. Ayer no podía dejar de leerlo y terminé despierta hasta las cinco de la mañana sin poder cerrarlo. Cuando lo hice ya eran las cinco y media y el cielo estaba aclarando. No pude dormir hasta como las ocho pensando en qué iba a venir después en el libro, como Kvothe llegará a la universidad, que pasó con los Chandrian, si se encontraría de nuevo con los demonios del festival... Hace tiempo que un libro no me absorbía tanto. El último que leí fue hace algunos días, Water for elephants. Un libro sobre la vida de un joven en un circo durante la Great Depression. Definitivamente fue interesante y entretenido pero sí podía soltarlo a las tres de la madrugada si quería. Me he enamorado de Kvothe, me muero por saber qué le pasará después. Y es precisamente por eso que dejaré de escribir y regresaré a mi cuarto a leer.

La imagen la saqué de acá y es de esta artista.

P.d. Tres posts en una semana, ¿qué me pasa? Las bendigo, vacaciones. Ah, y no se olviden de votar acá. ¡Gracias por leer!

jueves, 5 de agosto de 2010

Misceláneo


Pensamientos que ya no pienso pero me gustaría pensarlos aún.

Hola, muchacho. Eres demasiado lindo, churro, pepa, boni. Estoy casi segura que te amo y si no lo hago sería una pena porque pensé que ya había aprendido a distinguir ese sentimiento. Es que ya no sé que hacer. Voy meses siguiéndote a donde vayas. "¿Vas a Help?" "No sé, ¿va ÉL?". Y si no vas, no voy porque prefiero esperar a que te conectes a Msn o, si no lo haces, aplicar el Facestalk que he mastered hasta si level mas alto. Si no te amo, me gustas. No hay más. Es verdad, no hay más. Estás solo tú, tú, tú y, bueno... . A veces te veo y no te hablo porque me da vergüenza y me da miedo cagarla y que pienses que soy demasiado rara y que pierdes tu tiempo hablando conmigo. Te juro que no pierdes tu tiempo hablando conmigo. Te juro que si me hicieras caso sería lo mejor que me haya pasado en mi vida. Fácil si me hicieras caso también sería lo mejor que te haya pasado en la vida, pero eso no lo sé aún. Ah... ¿Algún día me verás? Ya no sé cuanto tiempo más te tomará darte cuenta que estoy detrás tuyo siempre, que te sigo con la mirada y que definitivamente no son coincidencias de la vida que nos encontremos en todos lados. Me gustas, me encantas, ¡te amo! Ya no sé que más hacer aparte de enviarte indirectas muy directas y esperar a que te enamores de mi como yo me enamoré de ti. Por favor, date cuenta pronto que me muero por ti y dame bola porque ya me estoy cansando de esperar. Y, ¿sabes lo que pasa cuando una chica se cansa de esperar? Su corazón se parte en miles de pedacitos como cuando se te cae un vaso de vidrio en la cocina y al final quedan miles de pedacitos de vidrio por todos lados que a pesar que no los ves te pueden hacer mucho daño igual. Así se rompen los corazones de las chicas y luego esos pedacitos de corazon que quedan hacen daño y sufres y te resignas a pensar que tendrás que vivir sin amor por toda tu vida en una casa cerrada, oscura, con papel mural de flores vintage y muchos gatos gordos. Así que, por favor, hazme caso.

Brillante, acabo de escribir el párrafo más largo y pusilánime de mi vida pero hay que admitirlo: todas nos habremos sentido así en algún momento de nuestras vidas. Para escribir esto regresé a mis tiernos años de primaria, cuando me moría por... Mejor no pongo su nombre, pero hace tiempo le conté que me gustó como que toda primaria y fresh. No me he vuelto a sentir tan desesperada y stalker por alguien desde entonces pero supongo que podríamos decir también que no he tenido por qué.

He escrito un texto de como tres páginas en papel intentando aclararme a mi misma algunas de las cosas acerca de mi última relación sentimental. Lo he hecho más que todo como una conversación conmigo misma convenciéndome que todo estuvo bien y que todo está bien. La verdad es que no sé si publicarlo porque ahora que lo pienso, incluso si no he mencionado el nombre de mi ex, es bastante personal y pusilánime. No sé. Fácil lo subo, fácil no. Díganme ustedes, su opinión importa mucho.

Me he tomado la libertad de escribir esta entrada completamente libre porque no me siento en un solo lugar. No sé si me entienden. Es como si tuviera demasiadas cosas en mi cabeza en este momento y tuviera que escribir un poco de todo en vez de mucho de algo. Estoy pensando en el ciclo que viene en la universidad, en la construcción de UTPMPP a la que no voy a ir pero me encantaría, en el trabajo que pienso conseguir, en si podré con la universidad y ese trabajo al mismo tiempo, en mis amigos, en la persona que me gusta, en la persona que no me gusta tanto pero me encantaría que me guste, en la persona a la que le gusto, en ti, en mi, en él, en nosotros, en ustedes, en ellos... Tal vez simplemente estoy pensando demasiado.

Por si acaso, no tengo idea de donde saqué la foto pero definitivamente no es mía y es demasiado paja.

P.d. He escrito demasiadas veces la palabra "pusilánime" en esta entrada y he resaltado demasiadas cosas. Diversión.

martes, 3 de agosto de 2010

Escotofobia

Así como el gato es un felis silvestris catus y el perro es un canis lupus familiaris, mi miedo a la oscuridad sería llamado escotofobia. Sí, yo le tengo miedo a la oscuridad y no me avergüenza aceptarlo. Por supuesto, estoy segura que no llega a calificarse como una fobia, pero definitivamente me da miedo.

Es horrible. Cuando se apaga la luz y todo se oscurece y las cosas ya no se ven tan claras como antes.  Todo se ve en una clase de escala de grises enfermiza y nada tiene sentido. De pronto. mi corazón empieza a latir más y más rápido. Cierro los ojos y respiro hondo para tranquilizarme pero la tranquilidad no viene. En cambio, llega el frío. Parece como si la temperatura hubiera descendido diez grados. Luego siento como si todos los órganos de mi cuerpo se contrayeran y se vuelve difícil respirar, siento como si mi columna quisiera enroscarse en si misma hasta romperse en pedazos. En este momento ya no sé qué hacer y mi mente se empieza a llenar de imágenes terroríficas. Por lo general son Sadako de The Ring y el chibolito ese horrible de The Grudge pero también puede ser la niñita de The Amityville Horror. Así mi miedo se empieza a alimentar a sí mismo, creciendo y envolviendo mi mente. Entonces empiezo a pensar: "Te estás sugestionando, no pasa nada, no hay nada, esto lo estás creando tú sola" pero por lo general no logro dialogar con mi misma para convencerme que no tengo por qué tener miedo. Eventualmente llego a calmarme y sacar todas las imágenes de mi mente, pero tarda tiempo.


Muchas veces me han dicho: "¿No estás un poco grande para tenerle miedo a la oscuridad?". Pues discúlpenme si no me he enterado aún pero no sabía que le habían puesto una edad límite al miedo. Tal vez estoy un poco grande para estar en kinder o estoy muy grande para usar zapatos talla 35 pero dudo mucho que haya una edad límite para el miedo. ¿Acaso hay una edad límite para sentir cariño? ¿O para ser feliz? Al final, no es como si yo decidiera sentirlo. Es más, preferiría no sentirlo y no volcarme al pánico cuando hay un apagón. Preferiría apagar la luz en la noche sin tener que mentalizarme antes de hacerlo y sin sufrir las consecuencias de la oscuridad después. Pero claramente no puedo hacerlo y no es mi culpa. Comprendo que tal vez sea extraño o incluso molesto. A mi mamá le irrita porque mientras camino por la casa prendo y apago las luces. Estoy segura que escuchar el clok, clok, clok de los interruptores debe enervarla pero lo repito: a mi tampoco me gusta.


No recuerdo cuando empecé a temerle pero recuerdo que en algún momento no le temía. Recuerdo que era yo quien tenía que acompañar a mi hermano mayor porque él tenía miedo de ir solo y yo me sentía tan poderosa al acompañarlo. Yo era una machasa. No sé que me pasó después. En algún momento me volví un ser temeroso, una hopeless romantic con miedo a la oscuridad y a las pelotas. Estoy segura que antes yo era chapadaza y jugaba football con mis amiguitos y le pegaba a quien me molestaba. No sé cuando me volví el ser pusilánime que soy ahora. Aunque antes era muchísimo más pusilánime, en ese momento en el que pensé que debía ser "femenina" para gustarle al chico que me gustaba (ese mismo que jamás me hizo caso). Creo que llegué a esforzarme tanto por ser femenina según la idea que yo tenía de la femeneidad que terminé creyéndomelo. No me malentiendan, no intento utilizar el término "pusilánime" de ninguna manera insultante. No es que odie a las personas que no juegan football, son femeninas y tienen miedo; y tampoco es que no me guste como soy ahora. Es más, me encanta ser yo pero a veces me gustaría poder ser un poco mas fuerte y no tenerle miedo a la oscuridad ni a las pelotas. Cuando la gente me invita a jugar volley con ellos y yo rechazo sus ofertas creo que se sienten insultados. O las veces que he tenido que pedirle por favor a mis amigas que me acompañen porque está demasiado oscuro. Sería casi vergonzoso si no fuera porque sé que no puedo hacer mucho por cambiarlo.


Al fin y al cabo, es miedo. La clave para combatirlo está en mi propia mente sólo que aún no la encuentro.


P.d. Estoy consciente que "escotofobia" podría parecerse a "escrotofobia". Lo puse sin explicaciones porque supuse que nadie haría ningún comentario acerca de ello pues es un tema "serio" pero mi hermano recalcó sobre el parecido (es decir que se rió y corrió a mi alrededor repitiendo: "¡Escrotofobia, escrotofobia!") así que parece que tengo que aclararlo. Quería encontrar el nombre de la fobia a la oscuridad en Internet pero lo único que encontré es que al parecer no existe un nombre aceptado generalmente. Encontré que se puede llamar escotofobia, acluofobia, ligofobia, mictofobia y nictofobia. Elegí escotofobia porque encontré que "skotos" es oscuridad en griego por lo que la palabra tenía sentido etimológico.