domingo, 23 de enero de 2011

Vacaciones



Las vacaciones es una de esas épocas en las cuales lo que esperas de ellas es completamente distinto a lo que terminan siendo, o por lo menos para mí. Siempre empiezo las vacaciones pensando lo mismo: iré mucho a la playa, descansaré mucho, veré mucho a mis amigos, visitaré los lugares que no pude visitar durante las clases por falta de tiempo, comeré cosas ricas, conseguiré un trabajo para no aburrirme... Todos los años es lo mismo. Aunque tal vez de más chica pensaba más cosas como: comeré muchos helados D'onofrio en la playa, cavaré muchos hoyos en la arena, me bañaré mucho en el mar... En realidad cuando era pequeña tal vez sí cumplía con mis planes de verano, pero ahora que tengo 18 años no soy capaz de cumplirlos a pesar de tener más autonomía.

Primero, no conseguí el trabajo. Starbucks no me quiso, Bembos no me llamó, ya no recuerdo en cuales otros me apunté... El punto es que no tengo trabajo de verano y por lo tanto me pudro en la computadora por horas de horas. Además, no he ido a la playa, sigo tan amarilla como siempre. Fui a la playa en año nuevo, pero me dio tal insolación que no pude volver a echarme al sol. Fue verdaderamente deprimente. Fue algo como: llegamos el 29 y hueveamos por el hotel, el 30 visitamos el complejo del Brujo y el museo de la señora de Cao, el 31 nos mandamos la insolación mortal, 1 de sufrimiento y quedarnos encerradas en el cuarto, 2 de sufrimiento y quedarnos encerradas en el cuarto, 3 de sufrimiento y regresamos a Lima. Ya han pasado 24 días y yo sigo peleándome. Es vergonzoso. El punto es que con la mudanza y las compras para la casa y etcétera no hemos ido a la playa. Es verano y no estoy negra, ¡¿qué me sucede?!

No he visto a mis amigos. Bueno, sí he visto a los Tunkis durante los partidos y el tono y he salido una vez a Bernabé, pero no he visto a mis amigos de la universidad. Bueno, cuando me fui de viaje en Año Nuevo fui con Vivi y hace un par de días fui al Parque de las Leyendas con ella también pero no he visto al resto. A excepción de esa vez que vimos un par de capítulos de The Big Bang Theory en la casa de Marcos en algún momento de la vida que ya olvidé la fecha... Por alguna razón somos pésimos organizando salidas, creo yo. Siempre que queremos hacer algo, alguien no puede ese día y pide que se cambie o alguien no tiene plata (esa soy yo) o al final simplemente no sale. Tenemos un par de salidas en el aire esperando a que dejemos de posponerlas y que nos pongamos en acción. Me muero de ganas de verlos, tres meses es demasiado tiempo sin ellos y eso no puede ser.

Se supone que las vacaciones están hechas para descansar. ¡No entiendo por qué estoy siempre tan cansada! Debe tener algo que ver con que mi enamorado hace delivery de licor por las noches y yo lo acompaño hasta las 3 ó 4 am o que tengo una obsesión poco saludable con rebloggear fotos en Tumblr hasta altas horas de la noche. Me duermo a las 3 ó 4, me despierto a las 11 am y luego paso todo el día como un zombie hasta que por fin me despierto por completo en la noche. O ha pasado muchas veces que tengo que cuidar mientras están haciendo trabajos en la casa o acompañar a mi mamá a algún lado y me despiertan tempranísimo (8 ó 9 am). Entonces duermo dos o tres horas en la tarde, lo que invierte aún más mis horas de sueño. Lo peor es que no es como si estuviera saliendo mucho a fiestas o a emborracharme como algún joven común y corriente. No, lo que sucede es que yo soy otra geek más con una vida muy activa en el Internet que causa que siempre esté cansada en mi vida fuera del Internet. Al final el punto es que estoy permanentemente cansada y con dolores de cabeza, lo cual no es el punto de las vacaciones.

Sobre salir a lugares bonitos y sobre comer. No tengo plata. Soy misia. No cuento con una fuente de ingresos y me siento permanentemente culpable por pedirle dinero a mi mamá para cosas frívolas e innecesarias. Entonces no tengo dinero para salir a ningún lado ni para comprarme cosas ricas de comer. Los 8 soles 50 de la entrada al Parque de las Leyendas me parecieron una barbaridad, sin mencionar el taxi de ida que nos cobró 12 soles (4 cada uno porque eramos tres personas) y el pasaje de regreso. Además que no había comido nada ese día y me habían obligado a jugar football por lo que cabe resaltar que yo no hacía deporte desde hacía más de un año y estaba a punto de desmayarme. Pedirle los 15 ó 20 soles a mi mamá "para ir al Parque de las Leyendas" me resultó vergonzoso, ridículo, casi patético. "Mami, ¿me das 15 ó 20 soles para ir al Parque de las Leyendas? Por favor". No, simplemente no. Suena a: "No me importa lo duro que trabajas, yo solo quiero dinero para poder ir a ver animalitos". Eso es inaceptable. Resumiendo: soy misia y tengo profundos sentimientos de culpa.

Entonces este es un post de rant sobre cómo las tan esperadas vacaciones de verano entre mi primer y mi segundo año de universidad no han sido tan buenas como las imaginé. Big deal. No es como si no hubieran ocurrido cosas buenas, tampoco. Tengo a mi conejito enano precioso, Carbón. Es lo máximo y lo adoro aunque es medio tonto y me mantiene preocupada. Paso un montón de tiempo con mi enamorado a quien amo muchísimo y que me cuida cuando tengo mis dolores de cabeza y que me hace reír con sus cosas raras. Me he mudado, mi cuarto es más grande y más bonito y en general el departamento nuevo es más espacioso, moderno e iluminado. Me gusta tener mi baño propio y poder tener señal del Internet en mi cuarto sin hacer esfuerzos sobrehumanos.

En fin, no han sido unas vacaciones del todo malas. Queda aproximadamente un mes y medio y tras este análisis de cómo mis vacaciones van hasta ahora he decidido ponerme las pilas para hacer de ellas algo mejores. Cuando empiecen las clases no quiero estar arrepintiéndome de que no la pasé lo suficientemente bien o que no hice todo lo que quise hacer. Hay que sacarle el jugo a las vacaciones porque se viene Física I y eso no va a ser precisamente agradable. Además, ¡no he escrito casi nada a pesar de tener tiempo de más! Buscaré temas de los cuales escribir para no dejar mi blog atrás. Esta es una promesa, tengo el tiempo así que lo utilizaré mejor. Sí que sí, en vez de sentarme y quejarme intentaré hacer más. Espero que en el próximo post pueda escribir algo como: fui a tal lugar con tales amigos y también a la playa y comí tal cosa buenasa y me compré ropa paja en Gamarra y bla, bla, bla.

La foto fue sacada de aquí y es de este artista.

viernes, 14 de enero de 2011

Yo no entiendo a los que no lloran, pero me gustaría entenderlos


Me encuentro a mí misma y ya no sé qué hacer con los sentimientos que se escapan por mis dedos y que ya no puedo contener. Caigo en mi propia trampa, en mi propio dolo, y me retroalimento de él para seguir sufriendo lo mismo por lo mismo. Es inútil. Soy inútil en mi intento de escapar del círculo y abandonar el dolor. No sé qué soy, ni quién soy y no sirvo para esto. Me dejo caer en el círculo y todo vuelve a empezar.

Es una autoflagelación, una pena autoimpuesta.Soy yo contra mí misma y es todo lo que me molesta de mí multiplicado por un millón. Me regocijo en mis inseguridades, me acurruco en mi pena. Las imágenes pasan a mil por segundo y ya no reconozco a esa que me mira en el espejo. Me desfiguro a mí misma, me transformo y me odio porque quiero odiar algo, preferentemente a mí. Cada detalle me irrita, todo lo que soy me enerva. Soy lo que detesto y detesto lo que soy. Ya no sé qué vino primero, mi odio o yo. No sé si soy el producto de mi odio o si llegué a odiar lo que soy.

Y de cierta manera me entretiene, de cierta manera juego con el sentimiento que presiona mi pecho y creo un nuevo problema en mí misma para odiar. De cierta manera juego con el recuerdo de mi odio, desenpolvo mis inseguridades enterradas y les doy un nuevo sentido para existir. Ya no tengo catorce años ni necesito el Prozac, pero juego el mismo juego y caigo en el mismo círculo de hace ya casi cinco años.

No hay mucho más que decir de esto que ya no siento hoy, pero sentí ayer a las cuatro de la madrugada.

La foto es sacada de aquí y es de este artista.