sábado, 28 de mayo de 2011

Dante


Te vi, te vi, te vi
Yo no buscaba a nadie y te vi.

No me gusta cuando te vas pero me encanta que te vayas. Me encanta pensar que estás ayudando a crear un país más justo. Me encanta saber que a donde te vas es lo que logró que nos conociéramos. Me encanta que esto sea una parte de ti, como lo soy yo. Me encanta que seas tan puro, tan noble. Me encantas.

No me gusta cuando te vas, te extraño. Te extraño y me preocupo porque estás cada vez un poco más lejos y, qué sé yo, más vulnerable. Es como si allá no te pudiera cuidar de las cosas malas que podrían pasarte. Es como si estuvieras lejos, lejos, y no puedo tomar un micro y verte en 15 minutos o llamarte y hablar por horas. Estás lejos y estás ocupado y me preocupo. Estás lejos y estás ayudando a crear un país más justo, pero te extraño.

A veces pasan apenas horas, pero lo que es preocupante es pensar en el tiempo que pasará hasta que pueda abrazarte y darte un beso en la frente. Es preocupante que nos vemos todos los días y que no te veré mañana, ni pasado. Y si pasa algo, quién sabe cuánto. Y Dios quiera que no te pase nada porque eres muy bueno y muy lindo, eres la persona más buena que he encontrado en mi vida. Eres demasiado bueno como para que te pasen cosas malas y yo no quiero que te pase nada. Yo te amo.

Pasan las horas y yo sé que estás lejos, con otra gente, divirtiéndote, chambeando, siendo lindo como siempre. Yo hago lo que debo mientras espero a que regreses. Me llamas a cada rato, conversamos hasta de la comida que comemos, pero yo sé que no debes estar conversando y que debo esperar a que regreses. No me gusta tener que esperar a que regreses, me gusta que estés cerca. También me gusta que seas tú, que te vayas, que nos vayamos los dos, que nos encontremos al regresar. Me gustas mucho.

Eres muy bueno, Dante. Eres muy bueno y eres muy lindo y me soportas la ansiedad y la pena y el mal humor. Eres la persona más buena que he encontrado en mi vida y agradezco muchísimo el que nos hayamos encontrado. Eres una persona hermosa, Dante, y yo te amo como eres. Tú eres mi sonrisa y no sabes cómo me encanta todo lo que eres. Gracias por todo, me muero por ti.

Ahora leeré, dormiré, webearé como siempre y esperaré a que regreses. Son sólo un par de días y, si yo pudiera, también estaría allá. Esfuérzate como siempre, construye esperanzas, forja amistades y sueños. Se quien eres, sigue sonriendo. Yo te espero, como siempre. Te amo.

domingo, 22 de mayo de 2011

Agobiada


Yo no sé ustedes pero me siento agobiada. Tengo muchas cosas qué hacer y al mismo tiempo siento que no quiero hacer ninguna de ellas. Es como si ninguna me llamara suficiente la atención o me pareciera suficientemente interesante como para invertir horas en ella. El futuro se ve complicado y oscuro y a veces parece que lo que viene no es más que un montón de situaciones difíciles de superar.

¡Hace tiempo que no escribo! Es más, ahorita escribo para escaparme irresponsablemente de escribir la presentación del seminario de Biología II. Tengo un libro que quiero leer y creo que si lo leo voy a tener que sacar tiempo de mis obligaciones o de otras cosas que quiero hacer... Tengo que hacer demasiadas cosas y es como si no me alcanzaran el tiempo o las energías para hacerlas todas.

Éstas últimas semanas han sido complicadas. "Complicado", ¿qué significa eso? En verdad creo que es una palabra que uso cuando no sé cómo explicar una situación. Y es que la situación no se puede explicar ¡porque es demasiado complicada! Intentaré explicarlo... Las últimas semanas han sido como los días tristes, como momentos en los que ir a dormir es todo lo que esperas y despertarte es lo que más odias. Esos días en los que nada tiene sentido, en los que estás cansado de la vida, en los que cada respiro pesa porque no le encuentras un significado a nada. Son momentos en los que da miedo regresar a tiempos terribles, a ser alguien que no quieres ser, a ser alguien que no quiere nada. Y en esos momentos buscas brillo y no lo hay, buscas razones y no las hay, buscas aliento y no lo hay y entonces lo único que buscas es cobijarte en alguna esquina a esperar a que llegue algo que te dé el impulso para continuar. Son momentos complicados e inmanejables y yo no sé qué hacer más que esperar a que pasen pronto.

Lo bueno es que un día me desperté y ya no sentí el peso. Obviamente mi flojera no se va, pero intentar ponerle pilas al día a día es mucho menos difícil. ¡Por lo menos encuentro la energía para pelearme con la gente! Aún así, hay muchas cosas qué hacer y en verdad no tengo tanto tiempo como me gustaría. Probablemente en algunas semanas todo esto pase y estaré aunque sea un poco más libre para llenar éste espacio de mis tonterías, pero por ahora, ¡que sigan los invertebrados, las fórmulas, los filósofos, el Big Bang, la ciencia antigua y los trabajos sin sentido!

Una imagen que encontré por ahí. Algo para que se rían porque sino... ¡la vida no tiene gracia! (Já, see what I did there?)