viernes, 12 de octubre de 2012

Olor



Lo peor de todo es cuando tus sábanas, tu ropa, tu pelo, tus recuerdos, todo huele a él incluso días después de que se marchó. Y ese olor te recuerda todo lo que estuvo y ya no está, todo lo que tuviste y perdiste, todo lo que dejaste o te dejó ir. Te acurrucas en ese olor para vivir los recuerdos que no dejas ir, para sostenerte de esa última pizca de felicidad segura y tibia. Pero poco a poco ese olor se va esfumando, se va, se gasta.

¿Entonces? Cuando el olor se esfuma y se va y se gasta y con él se va tu última pizca de felicidad segura y tibia, ¿qué haces? Bueno, tal vez sea hora de cambiar las sábanas, de lavar tu ropa, tu pelo, tus recuerdos y comenzar con un presente limpio.

Y, entonces, cuando estés en el borde de ese abismo dispuesta a saltar al futuro desconocido y perturbante de un nuevo comienzo, te dedico esta canción:



Se me ocurrió mientras me duchaba... Awkward.
La imagen es de aquí.
La canción es After the storm de Mumford & Sons, del disco Sigh no more.

domingo, 7 de octubre de 2012

En el micro

"Mi mente no es un buen lugar en el cual vivir", piensas mientras ves a la gente subir y bajar del micro, conversar, sonreír, dormir. "Mi mente no está, y nunca estará, bien", te repites, una y otra vez.

Laura, te sientas en ese micro que pasa siempre por la misma ruta y miras los mismos edificios siempre iguales, igual de sucios, igual de tristes. Lo único que cambia es la gente que pasa, que corre por la calle, que habla y avanza y sigue. La gente sigue y sigue y tú estás en el mismo micro pasando por la misma ruta, estás en el mismo lugar en tu vida, desde hace meses.

"Mis recuerdos no son buenos, son tóxicos, me intoxican, siento que me matan", piensas mientras ves pasar a la gente. Te preguntas si esas personas que pasan y sonríen tienen recuerdos tóxicos, te preguntas si es que debajo de las sonrisas y las piernas que corren tendrán pensamientos obsesivos que los matan lento, poco a poco, incapacitándolos, como un veneno. Como tus recuerdos te matan a ti, Laura.

Y sigues pasando, y siguen pasando, y en todos buscas su rostro, y en todos buscas algo que te recuerde a él, y en todos buscas rastros de la historia que te intoxica, y en las historias buscas con qué intoxicarte. Y poco a poco te vas matando sola. Te vas suicidando con tus pensamientos obsesivos, con el veneno que mata tu mente, que mata los recuerdos, que elimina las sonrisas. Vas buscando respuestas y esas respuestas te hacen mal, y recuerdas, y recuerdas, y recuerdas...

Por las puras sigues recordando y sigues llorando. Sigues rebuscando recuerdos, momentos, frases. Lo que sea para revivir la pena, para no olvidarla. Sigues en el mismo camino a la destrucción. En el mismo camino que permite que el veneno que llevas en tus memorias logre que te pierdas por completo.

Y lloras y lloras mirando por la ventana y la gente del micro se empieza a dar cuenta. Te miran con pena, nada más.


Blogger se volvió loco y no me está dejando poner foto...
Hola, ¿qué hay de nuevo?