sábado, 2 de abril de 2016

#DéjalaDecidir: Pro-elección



Yo estoy a favor de que las mujeres puedan elegir sobre sus cuerpos, que puedan tomar las decisiones que les permitan sentirse cómodas en su vida. No puedo decir al 100% que estoy a favor del aborto, porque eso sería sobresimplificar las cosas. No estoy a favor del aborto en sí porque me gustaría que, en primer lugar, nadie sintiera que necesita realizarse un aborto.

En mi mundo ideal, todas las personas tienen la información necesaria para tomar decisiones sobre sus cuerpos y su sexualidad. Todos los seres humanos del mundo comprenden a la perfección la manera en la que funcionan los sistemas reproductores y la reproducción, y no hay tabús o vergüenza en hablar del tema y hacer preguntas al respecto. Todos están informados en temas de sexualidad y tienen las herramientas claras para elegir el método anticonceptivo que mejor se adecue a ellos, a sus circunstancias y a su salud.

En mi mundo ideal, todos pueden acceder libremente al método anticonceptivo de su preferencia. Estos son completamente gratis y llegan por igual a todas partes del mundo, incluso a aquellas personas que viven en lugares lejanos, a menudo olvidados por los gobiernos. Además, todos saben  y pueden utilizar estos métodos a la perfección y todos estos métodos tienen una efectividad del 100% en todos los casos.

En mi mundo ideal, nadie es violado nunca. Es más, nadie nunca es víctima de violencia, mucho menos doméstica. En esta utopía, las personas no piensan que pueden tener sexo con otra persona sin tener su consentimiento total y con toda la información que necesiten. Nadie jamás resulta embarazada por violación, porque no hay violaciones.

En mi mundo ideal, ninguna persona embarazada sufre enfermedades o complicaciones por el embarazo que podrían poner en riesgo su vida. Nadie jamás sufre de embarazos ectópicos o cáncer o cualquier mal que, al juntarse con un embarazo, pueda generar peligro para la persona embarazada y el feto. Además, ningún feto puede desarrollar anomalías tales como la anencefalia ni tiene el riesgo de dejar de desarrollarse o morir en el útero.

En mi mundo ideal, ninguna persona embarazada debe preocuparse por su situación económica tras quedar embarazada. No solo las consultas prenatales son gratuitas y fácilmente accesibles en todas partes del mundo, sino que la asistencia al parto y todos los cuidados posteriores también lo son. Las madres no deben preocuparse por nada, ya que tendrán el soporte económico y social que necesiten durante toda la vida del niño nacido hasta que sea adulto. Además, las madres podrán volver a trabajar o estudiar cuando lo requieran, sin perder su trabajo o poner en riesgo su carrera o su economía.

En mi mundo ideal, ningún niño es abandonado porque todos los embarazos son planeados y deseados y, por lo tanto, todos los niños son queridos. Todos los niños son cuidados en familias que los aman, todos con el mismo acceso a derechos y oportunidades. Todos los niños crecen felices en familias que jamás los violentan porque a toda la sociedad le importa, de verdad, su desarrollo y felicidad. En caso que, a pesar de todo, la persona embarazada decidiera que no quisiera tener y cuidar al niño por nacer, podría encontrar fácilmente una familia que lo adoptara y cuidara de todas sus necesidades. En mi Perú ideal, no hay 10 mil niños abandonados esperando tener las mismas oportunidades de desarrollo que los demás.

En mi mundo ideal, nadie nunca siente que el traer una persona al mundo es una obligación o un castigo por tener sexo. Ningún niño es un castigo ni una vergüenza. Nadie juzga ni maltrata a nadie por estar embarazada, en vez de eso los apoyan y los ayudan a tener y cuidar del hijo. Todas las personas embarazadas lo están porque tomaron la decisión informada de estarlo, sabiendo que tendrían todo el apoyo que pudieran necesitar, todo el tiempo.

En mi mundo ideal, todas las personas que están embarazadas planificaron su embarazo y no sufren ningún riesgo ni tienen ningún temor por él. Todas las personas embarazadas están felices de estarlo y están emocionadas de traer a otro ser humano a mi mundo utópico donde todo está bien y no hay nada de qué preocuparse.

Sin embargo, el mundo real no se parece en nada a mi mundo ideal y, por lo tanto, siento que debo dejar que las personas elijan si quieren o no quieren pasar por embarazos y tener hijos. Porque estoy segura que pasar por un embarazo es difícil y mucho más en este mundo que no se parece en nada a lo que me gustaría que fuera. 

Personalmente, no creo que necesite realizarme un aborto nunca; pero entiendo que el mundo no es perfecto ni fácil y hay otras personas que sí sienten que lo necesitan. Si no, ¿cómo podría explicar todos esos pedazos de papel sucios pegados en los paraderos y los postes de luz que dicen: "Atraso menstrual, solución inmediata"? ¿Cómo puedo cerrar los ojos y pensar que vivo en mi mundo ideal cuando el mundo real es tan diferente y tan crudo? 

Así que, hasta que mi mundo ideal sea real, estoy a favor de que las personas elijan cual es la mejor opción para ellas, con información correcta y objetiva, y toda la seguridad que necesitan y la protección a su salud.


Escribí este texto hace semanas y, la verdad, es que publicarlo me daba terror; pero creo que es importante. La imagen es de la campaña "Déjala Decidir", que lucha por despenalizar el aborto en casos de violación en el Perú.

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