jueves, 29 de abril de 2010

Hola, Invierno

Verano, ya me voy. Y me dan pena
las manitas sumisas de tus tardes.
Llegas devotamente; llegas viejo;
y ya no encontrarás en mi alma a nadie. 
-Verano, César Vallejo. 


Hoy presencié las pequeñas advertencias con las cuales se nos comunica que el verano se va para dar paso al invierno. Hoy me desperté para ver el frío rocío sobre el césped y un cielo cubierto de nubes grises. Hasta pronto, Verano, te extrañaré. Espero que no perdamos contacto y que regreses pronto.

El invierno me trae sentimientos encontrados. No puedo terminar de definirlo pues me recuerda tantas cosas entremezcladas, tantos sentimientos, tantos momentos vividos. Recuerdo, por ejemplo, el año 2001, cuando el invierno llegó más temprano que lo común. Llegó para mi cumpleaños y lo pasé caminando por la playa con ropa de baño y sweat shirt encima. Recuerdo también las clases de francés en cuarto de secundaria, apenas dos años atrás. El frío era intenso los lunes en la mañana y yo no conseguía mantenerme despierta. Recuerdo la garúa, los faroles ambarados y las horas robadas de vidas que no se parecían a la mía. Recuerdo llamadas telefónicas, risas, lágrimas. Porque, al final, el invierno es tiempo, son días. El invierno es una etapa del año que está para vivirla... Y yo he vivido.

Por un lado me encanta el invierno porque me encanta la ropa invernal. Me encantan las chompas, las bufandas, los zapatos cerrados, los pantalones, los polos de manga larga, etc. También me gusta como se ve el invierno, aunque pasados varios meses puede llegar a ser aburrido. Me gusta caminar por la calle con el ligero viento frío sobre mi cara y poder caminar sin tener que entrecerrar los ojos por el brillo del sol. Me gusta salir a caminar durante las tardes húmedas bajo las luces color ámbar y ver todas las calles mojadas por la llovizna. Me gusta acurrucarme en mi cama para protegerme del frío mientras tomo un té y leo un libro. 

Por otro lado odio el invierno y temo su llegada cada año. Para empezar, no tengo grasa en el cuerpo y simplemente no puedo soportar el frío. El frío se me mete dentro de la ropa y llega hasta los huesos, muchas veces me llegan a doler las articulaciones por el frío; pero lo peor es que no se va, aunque me ponga cinco capas de ropa encima, no se va. Luego me paso todo el invierno enferma, moqueando, con dolor de cabeza y los ojos hinchados. Además que, por alguna razón, yo hiberno cada invierno. Simplemente no me puedo mantener despierta. Duermo todo el día, duermo en las clases, en la tarde, en la noche, en el almuerzo... Me siento cansada constantemente. 

En fin, tengo una relacion de amor-odio con el invierno. Me gusta, pero me enferma. Quiero salir a caminar pero termino durmiendo. La verdad es que me encanta el invierno, solo que mi cuerpo no esta hecho para soportar el frío.

1 comentario:

Kyon Hitsugaya. dijo...

santos sureños o-o
pues primero que nada yo te cuido el verano, esta aca y te manda saludos :3
y pues yo amo el invierno y lluvias y todo, pues amo el frio, aunque tambien siento dolores de articulaciones x_X...
pero animo, dormir es rico, simplemente no olvides que llegara el verano y pasara el invierno rapido
y con el calentamiento global el invierno durara 2 meses pronto (?)
nos vemos xD