viernes, 14 de mayo de 2010

Uno mas uno, conejo

Nunca me he considerado brillante ni muy inteligente ni genia ni especial. Es decir, no soy una estúpida y claramente hay personas que están bastante peor que yo en muchos aspectos pero me hubiera gustado ser más inteligente... o más responsable y organizada.

Nunca tuve la necesidad de estudiar y ahora no puedo acostumbrarme a hacerlo. Yo nunca aprendí a estudiar, cuando me quiero sentar a practicar mate simplemente no puedo porque no sé como hacerlo. En el colegio todo era flores y arcoiris, leía un par de fórmulas antes de entrar al examen, las apuntaba en la esquina de la hoja, las olvidaba, me ponía a resolver y... ¡voilá! Tal vez no me sacaba veintes pero pasaba siempre los bimestres con treces o catorces. Era tan fácil, tan práctico, tan hakuna matata.

Ahora, ¿qué tengo? Tengo un 10.2 en mate, eso tengo. Ustedes dirán: "Ohh pero solo necesitas subir 0.3 puntos para pasar, no es tan difícil". Pues no, así no es. Tengo que subir 0.8 puntos porque la Cayetano no cree ni en la lógica ni el el redondeo. Si jalo voy a estar tan devastada, necesito pasar. Si no paso me quedo en verano, si me quedo en verano no voy a Minnesota, si no voy a Minesotta moriré una muerte mediocre y sin sentido. ¿Qué dirán ustedes? "Ohhh pero ESTUDIA un poquito". Ahí entra la problemática, no sé estudiar.

Por supuesto, tengo amigos que lo saben todo y me podrían explicar, siempre puedo preguntarle al profesor, siempre puedo contratar un profesor particular. Claro, digamos que mis amigos me explican y se frustran porque no les entiendo nada, el profesor... bueno, también y un profesor particular sólo generaría más carga económica en mi ya excesivamente cara vida. Lo que yo necesito es un transplante de cerebro. Lo que necesitaba el año pasado era elegir una carrera de letras.

Moraleja: estudien siempre, siempre, siempre. Acostúmbrense a quemarse las pestañas, dormirse a las 3 de la mañana por estudiar para luego levantarse a las 5 a seguir estudiando, desarrollen técnicas de estudio y sean aplicados. También deben comer por lo menos cinco porciones de frutas y verduras al día y tomar como mínimo dos litros de agua para mantenerse hidratados. Háganle caso a sus padres que por algo les triplican la edad y pórtense bien. Ahora me voy a resolver la autoevaluación de mate.

1 comentario:

Clauida dijo...

La vida real, una vez que cuando sales del colegio, te va zamaqueando de a pocos. Sin embargo, los encantos de la vida universitaria no tienen precio...

Lele, lindo Blog. Sigue escribiendo, te extraño mucho, especalmente tus carcajadas!